Balonmano desde la cuna: Los hermanos Dani y José Carlos Hernández triunfan en la División Honor Plata

El mayor es pieza clave del Teucro, gran favorito al ascenso, y el pequeño brilla en Torrelavega
Dani (izquierda) y José Carlos posaron con las camisetas de sus equipos y dos elásticas antiguas del BM Burela
photo_camera Dani (izquierda) y José Carlos posaron con las camisetas de sus equipos y dos elásticas antiguas del BM Burela

Dos jugadores de Burela son piezas clave en la marcha de los conjuntos más enrachados en la División de Honor Plata, la segunda categoría del balonmano español. Dani Hernández, de 36 años, ha puesto toda su experiencia y saber hacer para guiar al Teucro al liderato de la categoría, conquistado en la última jornada de la primera vuelta. Entretanto, su hermano José Carlos, de 31, es el máximo goleador del Balonmano Torrelavega cántabro, un conjunto que en su regreso a la Plata se ha colado en zona de play off de ascenso. Los dos pasan este pequeño período vacacional en A Mariña, donde empezaron a jugar casi desde la cuna, de la mano de su padre, Jose Carlos Hernández, ya fallecido, uno de los fundadores del desaparecido club de Balonmano Burela.

El Teucro ha enderezado un inicio errático con doce jornadas seguidas sin perder, en las que han acumulado 11 triunfos y un empate. "El principio, con dos derrotas en cuatro partidos, fue muy complicado porque hubo muchos cambios en la plantilla. Eran 9 jugadores nuevos y nos llevó un tiempo compenetrarnos. Llegaron 5 chicos del Octavio de Vigo, que venían de otro tipo de juego, de otra filosofía, y se necesita tiempo para asimilar el estilo de nuestro entrenador, Quique Domínguez", explica Dani Hernández.

Con el paso de las jornadas ha asentado a los teucristas en la zona alta. "Salvo el desplazamiento en la primera jornada a Zamora, la parte más dura del calendario la tuvimos hacia el final y la hemos solventado ganándole al Alcobendas, al Palma del Río, otro de los rivales por el ascenso, y empatando en la siempre difícil pista del Barça B", rememora un jugador que puede desenvolverse en cualquier posición de la primera línea.

Si los resultados siguen acompañando, la familia Hernández podría celebrar dos ascensos en primavera. "Sería la leche", exclaman



Solo el primer clasificado tendrá billete directo para la élite. Los cuatro siguientes se jugarán el otro en un sector. Muchas de las opciones del Teucro se dirimirán ya en el primer encuentro tras las vacaciones de Navidad. "Recibimos al Zamora en casa y será un partido a vida o muerte. Por eso tenemos que hacer ahora una minipretemporada y llegar al máximo a ese choque. Para subir a Asobal tienes que estar todas las semanas al máximo nivel", dice.

El mayor de la saga encabeza un equipo muy joven y plagado de jugadores gallegos. Junto a los dos porteros, es el único que supera la treintena. Pese a la juventud del grupo, recuperar la categoría perdida es "la máxima ilusión del equipo", asegura. A nivel personal, sus registros también son notables. Con 60 goles en 15 partidos, es el tercer máximo goleador de su equipo. "Estoy ya casi en una tercera juventud, dando los últimos coletazos", bromea, aunque matiza que "los últimos años me han respetado las lesiones, he podido celebrar dos ascensos a la Asobal, con Palma del Río y Teucro, y la ilusión es siempre estar en la élite o luchando por volver. El balonmano lo mamé desde pequeño, los números siguen siendo buenos, cuesta decir se acabó.

REFERENTE. Dani es para José Carlos un espejo perfecto en el que mirarse. "Siempre ha sido un jugador top, tanto en esta liga como en Asobal, porque siempre ha rendido al máximo. Para mí es un referente desde pequeño. Es muy profesional y le gusta mucho lo que hace", afirma orgulloso el extremo izquierdo, que también ha encontrado la plenitud deportiva superada la treintena. "Estoy haciendo unos años muy positivos en Torrelavega y siendo siempre uno de los máximos goleadores del equipo, aunque lo que me preocupa son los objetivos colectivos".

El mayor cumple su tercera temporada en Pontevedra, mientras que para su hermano es la cuarta en el Torrelavega



El conjunto naranja también tuvo que superar un inicio dubitativo, pero llegó al parón estrenando puesto de play off después de sumar cinco victorias consecutivas. "Estamos muy contentos y es un sueño estar ahí, porque un equipo recién ascendido nunca aspira a estar arriba, pero tuvimos dos muy buenas incorporaciones defensivas y la verdad es que nos está yendo muy bien", dice el jugador, que no siente ninguna presión. "Por ahora lo primero que tenemos que hacer es certificar la permanencia, que creo lo haremos con 4 o 6 puntos más. Todo lo que venga después será un premio, pero somos una plantilla muy joven, recién ascendida y sin lujos", remarca.

José Carlos espera que el parón no les corte su racha victoriosa: "Las vacaciones vienen bien y siempre las coges con ganas, pero está claro que estábamos en una dinámica muy positiva y nosotros queríamos seguir jugando, pero el calendario es el que es". Si los resultados siguen acompañando, la familia Hernández podría celebrar dos ascensos en primavera. "Sería la leche", exclaman ambos.

FELICES. Tanto Dani como José Carlos han encontrado estabilidad en Pontevedra y Torrelavega. El mayor cumple su tercera temporada en la ciudad del Lérez, mientras que para su hermano es la cuarta, aunque la primera no fue completa, ya que llegó en febrero al equipo "como revulsivo para intentar salvar la categoría en las últimas diez jornadas, objetivo que al final logramos", rememora José Carlos.

Con sus últimos partidos en el extinto Balonmano Burela ya muy lejos, los dos recuerdan con cariño un club en el que su padre puso mucha ilusión



Ambos están encantados con las ciudades y el trato de sus respectivos clubes. "Pontevedra es una de las ciudades más cómodas que me he encontrado y he vivido en unas cuantas por el balonmano. Es pequeña, pero tiene de todo, peatonal y encima, para los que nos gusta este deporte, es una de las cunas del balonmano. Ahora estamos los dos clubes de la ciudad, Teucro y Cisne, en Plata y la gente se vuelca", dice Dani.

Por su parte, José Carlos solo tiene palabras de elogio y agradecimiento para el club que le ofreció la posibilidad de volver a ser un profesional del balonmano. "Nos cuidan muy bien y siempre que tienes algún problema, ya sea deportivo o personal, te echan un cable", indica el menor de los Hernández.

ILUSIÓN. Con sus últimos partidos en el extinto Balonmano Burela ya muy lejos, los dos recuerdan con cariño un club en el que su padre, el desaparecido José Carlos Hernández, puso mucho trabajo e ilusión. Los dos estarían encantados de que el balonmano volviera a rebrotar en Burela. "Sería una ilusión muy grande, porque fue donde empezamos a jugar y, sobre todo, por nuestro padre. Sería un sueño que volviese a haber un club en Burela, pero sabemos que no es fácil, por el trabajo que conlleva y por lo lejos que estamos de los centros del balonmano gallego", comenta José Carlos.

También parece difícil el que vuelvan a jugar juntos, como las cuatro campañas que lo hicieron en el Palma del Río cordobés, aunque existió la posibilidad de compartir vestuario en Pontevedra. "Hubo algún contacto, pero estoy tan contento en Torrelavega que al final decidí quedarme allí", reconoce José Carlos. De momento, la próxima cita la tendrán el 4 de febrero, con la afición teucrista de testigo. Ahí no cabrán lazos familiares y cada uno peleará por lo suyo.

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