87-77. El Río Breogán tumba al Alicante y se jugará el ascenso contra el Granada

El ascenso a la ACB es posible. El Río Breogán superó en el tercer partido de la semifinal al Alicante y se ganó un puesto en la final después de un emocionante encuentro. El rival por el ascenso a Liga Endesa será el Granada, que se impuso al Básquet Coruña en otro duelo de infarto (72-68). Los andaluces tendrán ventaja de campo.

Este miércoles en el Pazo, el cuadro de Diego Epifanio se puso en manos de Larsen en el arranque de partido. En defensa, todas las piezas participaron en la presión. El danés anotó 12 puntos en los primeros cinco minutos que permitieron al Breogán abrir una  brecha (16-9) que provocó el primer tiempo muerto de Pedro Rivero.

De poco le sirvió parar el partido al técnico del cuadro alicantino, porque la tónica se mantuvo, con un Alicante impotente ante la excelente defensa de un Breogán que poco a poco aumentaba su ventaja. Así, a 3 minutos del final, el marcador reflejaba un claro 22-10 para los celestes.

El Alicante aprovechó que el Breogán entró pronto en bonus para anotar desde la línea de tiros libres, pero ello no impidió que al final del primer cuarto se llegase con los de Epifanio diez puntos arriba (28-18).

Allen mantuvo con vida al Alicante en el arranque del segundo cuarto ante un Breogán que mantenía su intensidad en defensa. La ventaja se mantenía en torno a los 10 puntos, con Aboubacar liderando el poderío celeste en el rebote.

Un triple de Edu Martínez puso al Alicante a ocho puntos (38-30) y Diego Epifanio pidió tiempo muerto, tras el que entró en escena Larsen, ausente desde el minuto 5 del primer cuarto. Nada más entrar, provocó la primera falta de Zahore, la quinta de su equipo con cinco minutos de juego por delante.

Al Breogán se le hizo pequeño el aro ante un Alicante que metió una marcha más atrás y que mejoró sus porcentajes en el tiro. Allen, desde fuera, y Zahore, en la pintura, nivelaron el marcador antes del descanso ante un Breogán que, pese a empeorar sus porcentajes, en ningún momento mostró un déficit en cuanto a actitud.

Ahonen abandonó momentáneamente el partido nada mas empezar el tercer cuarto tras recibir un fuerte golpe de Zahore

El Alicante llegó a ponerse a un punto a falta de 2.30 (41-40), pero en el tramo final apretó en defensa y, con un par de acciones de Kacinas, amplió su ventaja para llegar al descanso cinco puntos arriba (46-41).

Ahonen abandonó momentáneamente el partido nada mas empezar el tercer cuarto tras recibir un fuerte golpe de Zahore y a falta de 7 minutos el Alicante empató el partido (48-48). El duelo entró en una fase de intercambio de canastas, con Sollazzo y Pitts muy acertados. El tercer triple del base del Alicante puso a su equipo por delante (58-59).

En el tramo final del cuarto los dos equipos apretaron en defensa y cada canasta costó sangre y sudor. La igualdad se mantuvo y al último cuarto se llegó con 62-61 para los de Epifanio.

Los nervios se hicieron con un hueco en ambos equipos en el último cuarto, en el que Arco y Pitts fueron los primeros protagonistas al anotar sendos triples. El Breogán entró en bonus muy pronto, a cinco minutos del final, un dato preocupante para sus intereses, con 69-64 en el marcador

Si el equipo celeste entró en bonus fue porque su defensa en ese tramo del partido fue muy parecida a la del arranque del mismo. El Alicante sufría para encontrar tiros claros y el Breogán, en ataque, se encomendaba a Larsen.

Un dos más uno de Kacinas puso al Breogán con 74-66 a 3.40 minutos del final, a lo que siguió un triple de Sergi Quintela. El Alicante apostó por una defensa zonal que rompió Kacinas con una canasta cómoda y el Breogán conservaba su ventaja (79-68).

El Breogán entró en los últimos dos minutos con 12 puntos de ventaja gracias a un nuevo rebote en ataque celeste, en esta ocasión de un Kacinas muy entonado en el tramo final del choque. Al momento, Pedro Rivero pidió un tiempo muerto en busca de la remontada.

Pero se quedó en solo un intento, pues en el tramo final, el Breogán jugó con cabeza y el Alicante se mostró muy nervioso. El Pazo festejó el pase a la final de un equipo que sueña con el ascenso.