El Lugo cayó en un duelo en el que compitió mientras los jugadores profesionales estuvieron en el césped. Logró sujetar al Celta en el primer tiempo, pero el desorden de los cambios le dio vida a los vigueses, que se llevaron un duelo donde Aspas, Nolito y Emre Mor marcaron la diferencia.
Pero el conjunto lucense ofreció una cara positiva con sus hombres importantes, lo que permite cierto optimismo de cara a un inicio de la Liga donde el colectivo del primer tiempo parece destinado a jugar.
Partió en Vigo con un once reconocible Juanfran García. Podría salir con el equipo titular de este miércoles en el Fernando Torres de Fuenlabrada con algún pequeño cambio y no sería una sorpresa. La entidad del rival y la proximidad de la competición oficial empujó al técnico valenciano a que el duelo fuera una prueba seria.
Con un dibujo con tres centrales —Pedro López, Carlos Pita y Diego Alende— y dos carrileros —Canella e Iriome—, el Lugo apuntaló la parte de atrás en un buen ejercicio defensivo que anuló la versión B de un Celta espeso en la primera mitad. Por delante, la presión comandada por Seoane y Borja Domínguez, quienes formaron en la medular, y Hugo Rama, más adelantado, fue eficaz en los primeros minutos. No lograron, en cambio, surtir de balones a los dos puntas, Manu Barreiro y Cristian Herrera, que apenas tocaron el cuero en los 45 minutos iniciales.
La ocasión más clara en un parcial yermo de entretenimiento fue rojiblanca. Un error en la entrega de Araújo dejó solo a Manu Barreiro ante Iván Villar, quien le sacó el 0-1 en el mano a mano. Fue el único acercamiento lucense, concentrado en la destrucción más que en la creación en campo rival.
La competitividad del Lugo y su buena colocación sobre el césped ejerció de tapón para el Celta, incapaz de superar el entramado visitante por dentro. Impreciso y nulo en la creación, el cuadro vigués atacó por el costado izquierdo, donde Juncá y Vadillo profundizaban sin éxito. Apenas forzaron un par de paradas sencillas de Cantero los celestes, cuyo talento no apareció. El Lugo buscó el juego directo sobre Barreiro, pero nunca funcionó más allá de estirar sus líneas para volver a contraerse en su propio espacio.
Las entradas de Campabadal y Djaló por Iriome y Pedro López permitieron al Lugo competir contra un rival que sacó a sus primeras espadas. Aguantaron el tipo los rojiblancos, con el mismo esquema pero más encerrados por la velocidad del juego que los futbolistas del conjunto olívico imprimieron al juego. Un tanto anulado a Aspas antes del carrusel de cambios inauguró el sufrimiento lucense.
Los nuevos mimbres hicieron perder empaque al equipo, que encajó el 1-0 a los 63 minutos en un pase profundo de Nolito hacia Aspas que el de Moaña dejó para el tanto de Emre Mor.
El Lugo no reaccionó al tanto, se desordenó aún más y concedió espacios al Celta, que llegó con su trío de ataque. A falta de diez para el final, un balón de Nolito dejó a Aspas solo ante Varo. El meta lo tocó levemente y el colegiado pitó una penalti que el de O Morrazo anotó. Nolito y Aspas desperdiciaron un par de opciones más ante un Lugo competitivo en un acto.
