El palista gallego Carlos Arévalo, quinto en el k1 200, y Craviotto séptimo

El piragüista de Betanzos logra sumar otro diploma olímpico para la delegación gallega en Tokio
El gallego Carlos Arévalo. COE
photo_camera El gallego Carlos Arévalo. COE

El palista gallego Carlos Arévalo finalizó en quinta posición en la final del K1 200 metros en los Juegos Olímpicos de Tokio, en la que el catalán Saúl Craviotto quedó séptimo. Arévalo (Betanzos, A Coruña) firmó un crono de 35.391, 0.356 segundos por detrás del húngaro Sándor Tótka, que hizo un tiempo de 35.035 segundos y se colgó la medalla de oro en la prueba, disputada este jueves en el canal Sea Forest de la capital japonesa.

La medalla de plata fue a parar al italiano Manfredi Rizza (35.080) y el bronce al británico Liam Heath, que conquistó el oro en Río 2016 en esa categoría y la plata en el K2 200m. Craviotto terminó séptimo con un tiempo de 35.568.

 El palista catalán se mostró contento tras la carrera y afirmó que ya está pensando en la prueba del K4 del viernes. "Llevo varios días diciendo que mi objetivo era el K4, que aquí venía a intenta optar a meterme a la final", dijo el deportista español tras la regata, de la que salió "muy contento y ya pensando en mañana", donde buscará meterse en semifinales en el K4 junto a sus compañeros Marcus Cooper Walz y los gallegos Rodrigo Germade y Carlos Arévalo.

Arévalo, que se metió también en la final del K1 200 junto a Craviotto, terminó en quinta posición y a 0.189 segundos del bronce, que se colgó el británico Liam Heath. El diploma olímpico para la delegación gallega se suma al conseguido por la pontevedresa Antía Jácome en la final de C1 200, donde logró también un brillante quinto puesto.

"Es verdad que en caliente un poco de rabia sí que me da. Al final siempre sueñas con que puede salir la carrera de tu vida", señaló Craviotto, afincado en Gijón, que reiteró que en estos Juegos, sus cuartos, "la prioridad siempre ha sido el K4". Esta final le ha servido al piragüista "para quitar el gusanillo éste, el nerviosismo de la competición" y cargar pilas para el K4. "Yo estoy muy contento. Han sido mejores que yo, lo asumo, lo acepto", dijo el deportista, que congratuló a los medallistas.

Craviotto explicó que entre sus competidores "había gente con una marcha más, en la salida sobre todo lo he notado bastante", un momento que afirma que siempre ha sido su punto débil. El palista aludió a "la explosividad, la chispa" que hay que preparar para este tipo de competiciones tan rápidas, y que todavía tienen en el cuerpo la marcha del 500m. "Ya incluso cuando preparaba el K1 200 para arriba ya mi punto débil era la salida, pues imagínate ahora que tampoco lo hemos preparado bien", afirmó.

El deportista destacó también la calidad de sus rivales. "Hemos venido evidentemente a buscar medallas y a ver si cae. No las regalan, ya se está viendo que hay gente nueva, gente que no se contaba con ellos y va a ser la cosa complicada", declaró. "He conseguido ganar a uno (el letón Roberts Akmens), así que contento y ya está. Borrón y cuenta nueva y a pensar en mañana", añadió.

Iñigo Peña y Paco Cubelos finalizan sextos en la final olímpica del K2 1000m

La participación de Craviotto había generado gran expectación porque una nueva medalla olímpica, la que sería su quinta, lo situaría a la par del piragüista David Cal, el deportista español con más preseas de este tipo, y superaría a la nadadora Mireia Belmote, que también tiene cuatro, algo a lo que restó importancia.

"Nunca he pensado en superar a nadie, a Mireia, a David... Yo siempre he pensado en lo mío", dijo al respecto. 

Por su parte, la pareja de palistas españoles Iñigo Peña y Paco Cubelos terminaron sextos en la final del K2 1000m de los Juegos Olímpicos de Tokio, en la que se colgaron el oro los australianos Green Thomas y Jean van der Westhuyzen. Los españoles firmaron un tiempo de 3:17.327, 2.047 segundos por detrás de los australianos, que tuvieron un crono de 3:15.280. La plata en esta categoría por parejas fue para los alemanes Max Hoff y Jacob Schopf, que hicieron un tiempo de 3:15.584; y el bronce para los checos Radek Slouf y Josef Dostál (3:16.106). 

Por su parte, la pareja de palistas españoles Iñigo Peña y Paco Cubelos terminaron sextos en la final del K2 1000m de los Juegos Olímpicos de Tokio, en la que se colgaron el oro los australianos Green Thomas y Jean van der Westhuyzen. Los españoles firmaron un tiempo de 3:17.327, 2.047 segundos por detrás de los australianos, que tuvieron un crono de 3:15.280. La plata en esta categoría por parejas fue para los alemanes Max Hoff y Jacob Schopf, que hicieron un tiempo de 3:15.584; y el bronce para los checos Radek Slouf y Josef Dostál (3:16.106). 

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