"Quiero reivindicar nuevas identidades y romper los estereotipos culturales"

La fotógrafa coruñesa Icía Vázquez, ganadora de una beca Fulbright, expone en Lugo un "retrato del colectivo LGTBI" que realizó en EE.UU.
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photo_camera Icía Vázquez, en la galería Solaina de Lugo. XESÚS PONTE

Icía Vázquez (A Coruña, 1997) siempre sintió una conexión especial con el mundo del arte. De pequeña, asistía a clases en el conservatorio de música y se sentía especialmente cercana al mundo de lo plástico y de lo visual.

"Cuando acabé selectividad, no sabía muy bien por dónde tirar", confiesa. Barajó varias posibilidades, "entre ellas, la de matricularme en Comunicación Audiovisual", pero finalmente decidió estudiar Diseño y Moda en la Universidad de Vigo.

"En tercero de carrera tuve una asignatura que me fascinó: fotografía", rememora. Era una materia donde convergían todas sus pasiones: la moda, el arte, la expresión visual y "también esa idea de lucha, de reivindicación".

Esta joven coruñesa entendió rápido que la fotografía era un arma poderosa, que a través de las imágenes "podía romper estereotipos, contar historias y reivindicar nuevas identidades y nuevas formas de ver el mundo o de reinterpretar las tradiciones".

En lo superficial marcan cómo debes vestir y, en lo profundo, dicen de qué modo debes portar tu cultura"

Fue así como comenzó a profundizar en esa disciplina sin dejar de lado el mundo de la moda. "Al final son dos cosas que van de la mano, porque si la moda llega al público es, generalmente, por medio de imágenes: a través de revistas o de las redes sociales, por ejemplo", reflexiona.

Cuando Vázquez acabó la carrera, llegó la pandemia, una época difícil para aquellos que peleaban por abrirse un hueco en el ámbito de la cultura o el mundo laboral. "Encerrada en casa, recordé que unas semanas antes habían salido las bases de las becas Fulbright". A partir de ese instante, "todo cobró sentido": dedicó el confinamiento a preparar con calma un buen proyecto que presentar a la convocatoria. "Concentré toda mi energía en ese objetivo", admite. "El esfuerzo mereció la pena".

Finalmente, la fotógrafa coruñesa logró una de las prestigiosas becas patrocinado por la Oficina de Asuntos Educativos y Culturales de los Estados Unidos y, en pleno confinamiento, "con las fronteras aún cerradas para los viajes turisticos", marchó a Nueva York.

Una persona no binaria, que por imposición social debería llevar falda, construyó su traje con pontalones"

"Al principio sentí un poco de miedo, porque, con el covid, nadie podía viajar y me enfrentaba a estar un año en otro país sin ver a mi familia", señala. Sin embargo, reconoce que, "al llegar a la ciudad y ver las infinitas posibilidades que ofrecía", se calmaron para siempre todas sus dudas. "Fue una experiencia maravillosa".

En la New York Film Academy, Vázquez tuvo la oportunidad de entrar en contacto con fotógrafos consolidados y con profesionales emergentes que le enseñaron múltiples formas de entender el trabajo fotográfico y de desempeñarlo. Así surgió Traditions 2. Queer, "un retrato de la comunidad LGTBI de Nueva York".

Para realizarlo, decidió contar con la colaboración de personas del colectivo que "vivían en Nueva York, pero procedían de otros lugares, como México, Puerto Rico o Filipinas". El objetivo era hacer una reinterpretación de sus tradiciones y culturas a través de los trajes típicos de sus zonas de origen y "de cómo ellos querían vestirlos para sentirse cómodos".

De alguna manera, Vázquez buscaba romper los estereotipos sociales que, "en un nivel más superficial, marcan cómo debes vestir y, en un nivel más profundo, dicen de qué modo debes portar tu cultura". Con este propósito, ayudó a los protagonistas a diseñar trajes que les resultaran cómodos. "Por ejemplo, una persona identificada como no binaria, que por imposición social debería llevar falda, construyó su vestimenta tradicional con pantalones", precisa. "A mi me sucede lo mismo con el traje gallego". ¿Solución? "Lo reinvento, lo hago mío".

La exposición, inaugurada el jueves, puede verse hasta el 16 de febrero en la galería Solaina de Lugo.

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