"La pandemia influyó en las obras, los artistas añorábamos volver a la vida"

Las galerías lucenses La Catedral I y II exhiben más de 50 trabajos creados en la cuarentena
Escultura de Álvaro de la Vega en homenaje a los que lucharon contra el coronavirus. SEBAS SENANDE
photo_camera Escultura de Álvaro de la Vega en homenaje a los que lucharon contra el coronavirus. SEBAS SENANDE

"Las obras de arte son una ventana abierta para que la gente pueda evadirse de la realidad que nos ha tocado vivir". Jorge Espiral se muestra emocionado, las galerías lucenses La Catedral I y II que regenta con Ána Álvarez volvieron ayer a llenarse de vida. Las instalaciones acogieron una exposición muy especial, más de 50 obras creadas por una veintena de artistas durante el confinamiento. "Ha sido un reencuentro muy bonito, todos estábamos melancólicos por volver a la realidad porque los artistas y el público somos una gran familia", comenta.

Autores como Boente, Guerreiro, Lomarti, Iván Prieto, Santiago Catalán, Caxigueiro, Lara Pintos, Honorio, Jesús Otero Yglesias, Xermán Refojo, Ascisclo Manzano, Xosé Cid, Ayaso, Xan López Domínguez, Xosé Manuel Castro, Ramón Conde y el propio Espiral dedicaron los meses de encierro a dejar volar su imaginación.

"Los artistas añorábamos volver a la vida, crear ha sido un modo de evadirnos y nos ha servido como refugio", relata el dueño de La Catedral. Así, durante los largos días de clausura obligatoria, los artistas echaron mano de los pocos materiales que tenían en sus hogares para alumbrar sus nuevas creaciones. "Muchos reciclamos material que teníamos en casa, yo mismo pinté sobre cartón e incluso sobre otros cuadros y si se me llegan a acabar los recursos hubiese pintado hasta en las paredes", comenta entre risas.

Ahora, las estancias de La Catedral I y II se han llenado de creaciones "que artistas de todo tipo hemos parido en medio de una pesadilla. Por ello, en mayor o menor medida, todas están influenciadas por la pandemia", explica Jorge Espiral. De este modo, sus particulares y coloridos lienzos de toreros se han vuelto más apagados y los protagonistas se trasladan a un escenario añorado en pleno encierro: los bares.

Álvaro de la Vega expone una pieza en madera en homenaje a los sanitarios que le gustaría convertir en un monumento de bronce

Iván Prieto, por su parte, ha dado vida en cerámica a La señorita virus; Guerrero ha ilustrado una Praza do Campo vacía y llena de sombras; Refojo ha optado por plasmar a los personajes Confitados, en vez de confinados; y Álvaro de la Vega ha modelado una escultura en madera que representa a los sanitarios. Una obra denominada Primeira liña que ha encandilado al público por su simbolismo.

"A disposición das pezas en sentido ascendente non é casual, plasma a irrupción dos sanitarios na pandemia, profesionais que sempre estiveron aí e que agora se lles deu o sitio que merecían pois grazas a eles salváronse moitas vidas", dice De la Vega, que precisa que su producto solo es una maqueta, pues su intención es convertirla en un gran monumento en bronce para homenajear a los héroes de la crisis. "Gustaríame lograr os apoios necesarios para facer realidades ese monumento e que sexa un recordo de todo que vivimos". Esperemos que así sea.

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