Oliver Laxe canta en gallego y en árabe y Benedicta recita un poema en el Festival de Málaga

El cineasta lucense recibió el premio Málaga Talent 2021 y lo hizo al ritmo de un pandeiro y de la música popular gallega
Óliver Laxe, en el Festival de Málaga. DANIEL PÉREZ
photo_camera Óliver Laxe, en el Festival de Málaga. DANIEL PÉREZ

El premio Málaga Talent 2021, Oliver Laxe, ha agradecido a Málaga su hospitalidad y cordialidad a la manera que le enseñaron de chico, con un presente, en este caso en forma de cántico en gallego y árabe, acompañado de ritmos marcados por varios amigos y por la ganadora del Goya Benedicta Sánchez.

"Me encantan los premios, no es lo mismo la noción del éxito que del fracaso, pero siempre que he venido a Málaga me he sentido bienvenido, yo, que siempre he estado en los márgenes, en esta ciudad, como cuando los Goya, me he sentido algo así como que estaba en casa: como si me dijeran cuando vengas tienes una habitación donde quedarte", ha dicho el cineasta.

Y, como invitado bien educado, Laxe ha traído un regalo a la casa que le acoge: música popular gallega, "la que se canta por las noches en las casas, una música que tiene influencias árabes musulmanas", él entonando fino en árabe y gallego.

Laxe recogía este domingo el reconocimiento del Festival de Málaga a un cineasta que ha destacado por su talento y del que se esperan muchos éxitos posteriores.

Solo un pandero, y las voces de Laxe y dos de sus amigos, Davide Salvado y David Pardo, arropados por los pasitos de baile de Benedicta, que, entrecortada y tímida, no pudo más que agradecer a Málaga lo bien que se ha sentido en esta ciudad de la que se acuerda siempre "desde casa".

"Mi carrera ha sido dar pasitos pequeños, y celebro no haber tenido los apoyos que creo que mis películas merecían porque eso me ha permitido tener una relación con la realidad mucho más salvaje; hay una convergencia radical que hace por ello que mis películas sean diferentes", ha dicho Laxe en un vídeo grabado con antelación donde ha repasado su obra, con imágenes de sus primeras películas.

De pronto, Laxe le pide que cante a Benedicta y ella opta por declamar en gallego un poema cotidiano, un rezo amoroso que la platea del teatro Cervantes aplaude con alegría. "Cando era pequeniña mandáronme ir coas ovellas, veu o lobo e comeu unha e aquí lle traio as orellas".

Fiesta en el escenario que concluye con los amigos levantando su Biznaga y retirándose entre golpeteos de pandereta, y el cineasta levantando a Benedicta en vilo para llevarla en brazos hasta la salida. 
 

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