'Las niñas' y 'La vampira de Barcelona', triunfadoras en los Premios Gaudí

El gallego Mario Casas consigue el galardón a la mejor interpretación masculina
El equipo de la película 'Las niñas'. EP
photo_camera El equipo de la película 'Las niñas'. EP

Las niñas, ópera prima de la cineasta aragonesa Pilar Palomero, con los premios más importantes, y La vampira de Barcelona, primer largometraje de Lluís Danés, con cinco estatuillas, han sido las triunfadoras de una atípica gala y, sin embargo, presencial, de los XIII Premios Gaudí del cine catalán. 

A la fiesta del cine catalán, este año marcada por la pandemia, con 700 personas en el auditorio del Fórum, todos con mascarilla y en un horario de tarde-noche para evitar el toque de queda, se ha sumado la también debutante Núria Giménez Lorang, que ha ganado con My Mexican Bretzel los Gaudí a Mejor documental, Mejor guión y Mejor montaje. 

En una vertiginosa ceremonia, sin presentador, ha habido momentos reivindicativos como los protagonizados por la presidenta de la Academia del Cine Catalán, Isona Passola, la ganadora del Gaudí de Honor, Carme Elías, o el equipo del telefilme La mort de Guillem, que han reivindicado la libertad de expresión, u otras intervenciones de los artistas que entregaban gaudís, como la de Leticia Dolera, con alusiones a los desahucios. 

Los pasajes más divertidos han sido protagonizados por Andreu Buenafuente en un "monólogo homenaje" a Pepe Rubianes, de Candela Peña al recoger el Gaudí a la mejor actriz al bromear que "así Movistar sabrá que hago algo más que la jueza Candela Montes" de la serie de televisión Hierro, o el impactante inicio de la gala, con un Josep Maria Mainat desplomándose sobre el escenario. 

Como ya pasó con los Goya, Pilar Palomero ha coleccionado estatuillas con Las niñas, en la que volcó sus experiencias y recuerdos como alumna de una escuela religiosa en Zaragoza. 

Además de My Mexican Bretzel, en la velada otros documentales han sido objeto del favor de los académicos: Niño de Elche ha ganado el Gaudí a la Mejor música original por Niños somos todos, de Sergi Cameron, que sigue al artista en un viaje a Bolivia que le ayudó a experimentar nuevos procesos de creación musical. 

Con un 54% de candidaturas nominativas para mujeres profesionales, los galardones han seguido la tendencia premiando a doce mujeres frente a diez hombres, al tiempo que ha habido reconocimientos a mujeres en categorías tradicionalmente masculinizadas como el premio de fotografía, que ha recaído en Daniela Cajías -también ganadora del Goya- por Las niñas

En el apartado interpretativo, la Academia de Cine Catalán ha reconocido el luminoso trabajo de Candela Peña en La boda de Rosa, de Icíar Bollaín, crónica de un empoderamiento llevado hasta sus últimas consecuencias, en el que es su segundo Gaudí tras el conseguido con Una pistola en cada mano

También repite como vencedora Verónica Echegui, y tras Katmandú, un espejo en el cielo ahora ha obtenido el Gaudí a mejor actriz secundaria por su visceral personaje en la trágica La ofrenda, de Ventura Durall. 

En cuanto a los Gaudí a las mejores interpretaciones masculinas, los dos ganadores son debutantes: Mario Casas se ha llevado el Gaudí a mejor actor protagonista por su descenso a los infiernos urbanos de No matarás, de David Victori, después de haber sido nominado por El fotógrafo de Mauthausen hace dos años; y Alberto San Juan ha ganado el Gaudí a mejor actor secundario por Sentimental, de Cesc Gay, después de perder en una edición anterior por Mientras duermes

Los Gaudí han consagrado asimismo la carrera de Carlos Marques-Marcet, ganador del Gaudí a la mejor película de televisión por La mort de Guillem, con el que sigue aumentando la colección de estatuillas, después de las obtenidos por los largometrajes 10.000 Km, Tierra firme y Los días que vendrán y el telefilme 13 dies d'octubre

En La mort de Guillem recuerda el caso de Guillem Aguiló, símbolo del antifascismo, un joven valenciano de 18 años asesinado por un grupo de neonazis por su militancia antirracista, independentista y antifascista. El también premiado cortometraje Ni oblit ni perdó, de Jordi Boquet Claramunt, evoca el mismo caso. 

Ambas cintas entroncan con el cine comprometido que siempre ha atesorado el cineasta británico Ken Loach, ganador del Gaudí a la mejor película europea por Sorry we missed you, en la que ofrece su particular mirada al día a día de un trabajador que lucha contra la precariedad laboral haciendo de repartidor. 

Uno de los momentos más emotivos de la gala ha llegado con el Gaudí de Honor, que ha recogido Carme Elías de manos de Vicky Peña, su compañera en la función Què va passar amb Bette Davis i Joan Crawford?. 

En la platea, además de los artistas estaban el vicepresidente del Govern en funciones, Pere Aragonès, la presidenta del Parlament, Laura Borràs, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, la consellera de Cultura, Àngels Ponsa, o la Directora General de Instituto de Cinematografía y Artes Visuales del Ministerio de Cultura, Beatriz Navas, todos con la mascarilla negra facilitada por la Academia. 

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