"Hay que buscar el amor siempre, no solo en febrero, es duro hacer este viaje solo"

Ya está a la venta en Amazon el nuevo libro de Arturo Franco Taboada, que fue finalista del premio Planeta, firma habitual de Mundiario y que ahora publica 31 relatos de amor y terror
Arturo Franco. EP
photo_camera Arturo Franco. EP

Arturo Franco es profesor titular de Universidad de la asignatura de Análisis de Formas Arquitectónicas de la Escuela de Arquitectura de A Coruña (UDC) y dirige la oficina de arquitectura Arqdis en A Coruña.

Publica 31 relatos de amor y terror. ¿Qué tienen en común dos términos aparentemente tan alejados?
No están tan lejos uno del otro, parece. Francisco de Quevedo lo expresó muy bien: "Es hielo abrasador, es fuego helado... Es una libertad encarcelada que dura hasta el postrero paroxismo, enfermedad que crece si es curada".

Lanzó su obra días antes de San Valentín. ¿Qué le diría a la gente que solo se acuerda del amor en esa fecha?
Sale en estas fechas por decisión de los editores. Le diría que no se deje manipular por el márketing. Aunque el amor no se encuentre fácilmente, hay que buscarlo siempre, no solo en febrero. Es muy duro hacer este viaje solo.

Los relatos son una especie de viaje a través del tiempo. ¿Qué se va a encontrar el lector?
Quien lo lea encontrará historias de esta época y también relatos que el autor sitúa en siglos pasados. Historias que le han ocurrido a alguno de los personajes de sus novelas. El legado del obispo nigromante. La flor antigua, El camino dibujado... Como sentimiento, no creo que el amor haya variado mucho a lo largo de la Historia. Siempre ha suavizado la soledad inherente al ser humano. "El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia", escribió Shakespeare.

Es arquitecto... ¿Cuándo descubre su pasión por la escritura?
Sigo intentando ejercer la arquitectura, a pesar de las tremendas dificultades que ha sufrido nuestro gremio, sobre todo después de 2008. Empecé a escribir colaborando con artículos de prensa, de eso hace mucho tiempo. Aprendí de Julio Camba que "un artículo es una idea, y como mucho dos". Aprender a expresarse en el corto espacio de un artículo periodístico es un arte que enseña a pensar y a ser conciso y es el mejor ensayo para enfrentarse luego a la novela.

Es autor de varias novelas, ensayos, columnista... ¿No hay nada que se le resista?
Sí, muchos territorios están vedados para mí. Me considero incapaz de escribir de política, y menos si es de provincias. Tampoco podría enfrentarme al erotismo. Me considero más próximo a Lope, Zorrilla y Valle Inclán, que a Henry Miller y mucho menos al inalcanzable Proust.

"En 1993 tuve la osadía e ingenuidad de presentarme al premio Planeta con mi primera novela. Me hizo humilde"

Fue finalista del premio Planeta en 1993 con su primera novela El legado del obispo nigromante. ¿Cómo vivió este reconocimiento?
En 1993 tuve la osadía e ingenuidad de presentarme con mi primera novela. Reconozco que me sorprendió llegar a la última votación. Pero me convirtió en un hombre humilde, y creo que aún lo soy. Aprendí de Churchill que "el éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo".

¿Tiene algún otro proyecto entre manos?
Ahora hay más tiempo para pensar. Hay que ocupar la cabeza con asuntos que nos evadan del alarmismo generalizado. Creo que es una buena ocasión para empezar a escribir, quien aún no lo haya hecho, y recuperar con la memoria, el tiempo vivido. En estos encierros, he avanzado bastante en mi última novela, cuyo título guardo para el último momento.

Comentarios