Solitarios de cartas: ¿cuáles son los beneficios para los niños?

cartas solitario

Pese de tratarse de juegos lúdicos, los juegos Solitarios son más que entretenimiento. La simplicidad de la mecánica facilita el dominio; solo con una pequeña explicación los niños pueden disfrutar de horas de diversión que esconden mejoras en su desarrollo cognitivo y capacidad de concentración.  

La planificación que demanda llevarse la victoria jugando al Solitario, lo convierte en un juego en el que se combina el pensamiento lógico y matemático sin que ello comprometa la diversión.

Debido a que no requiere compañeros para jugar, es la solución idónea a momentos de aburrimiento, ocio o soledad, garantizando la diversión autónoma de los infantes. 

Fuente de aprendizaje y equilibrio mental  

En cualquiera de sus variantes, los juegos Solitarios contribuyen al alivio de las tensiones, promoviendo estados de felicidad. Opciones como Solitario spider se destacan por requerir atención plena y el uso del pensamiento lógico, logrando que de forma inadvertida, los niños mejoren sus competencias matemáticas. 

Este tipo de juego requiere atención continua, aspecto que impacta positivamente en la capacidad de concentración y optimización de las habilidades cognitivas. Apelando a la lógica, los niños toman decisiones en base a sus objetivos. 

Debido a la posibilidad que un movimiento bloquee por completo el juego y obligue a empezar de nuevo, la paciencia es pieza clave al momento de jugar; volver a intentarlo implica entender y aceptar que la partida no salió bien, aspecto que incrementa el nivel de tolerancia frente a la frustración.

Pensamiento estratega 

En el desarrollo del juego, cada decisión repercute en el resultado final, obliga a los jugadores a planear una  estrategia y en función de ella tomar decisiones; de esta forma, se fortalece la habilidad de pensar a largo plazo en pro de los objetivos planteados. 

Si bien en su mayoría los niños juegan al Solitario en un ordenador o equipo móvil, el juego con baraja física trae consigo el fortalecimiento de las habilidades motrices. La disposición de las cartas, así como la acción de barajar, representan ejercicios de motricidad durante la infancia, con la ventaja de hacerlo de forma lúdica.

Modalidades de juego en función de las edades 

Aunque el objetivo es el mismo, existen diversas versiones para jugar al Solitario, cambiando únicamente solo la cantidad de cartas involucradas en el juego y la estructura en la que se ordenan. El Solitario clásico o Klondike es el más común de todos. 

En líneas generales, se estima que la edad recomendada para empezar a jugar es en torno a los 7 años; sin embargo, todo depende del nivel de madurez del niño. La modalidad más sencilla de todas es el Solitario de dos cartas, su objetivo es ordenar los cuatro palos de la baraja sacando del mazo, pares de cartas. 

Otra opción recomendada para niños es el Solitario Spider; a diferencia del juego clásico, involucra dos barajas de cartas dispuestas en diez columnas, ganar el juego requiere organizar en el tablero todas las cartas por palos en orden descendente hasta llegar al as.