¿Cómo afecta el clima en los deportes al aire libre?

Podemos decir que hoy en día el deporte se ha convertido en un estilo de vida para muchas personas. Para una parte de la población el deporte es su medio profesional, pero para la mayoría de los deportistas es un hobby.

A la hora de practicar deporte al aire libre, hay un factor que condiciona su práctica… La meteorología. Hay muchísimos deportistas que dependen del clima y necesitan poder planificarse para hacer deporte. Hay quienes van más allá, y dependiendo de la previsión, tienen que optar a irse en busca de la meteorología que les interesa.

En resumen, podemos decir que el clima es un gran condicionante para la práctica del deporte y, por ende, también para el deportista.

Los riesgos del deporte en días calurosos

El riesgo de practicar deporte los días altamente calurosos es sufrir un golpe de calor. Si no tenemos la precaución adecuada y esto sucede, podemos enfrentarnos a diferentes problemas como pueden ser: deshidratación, agotamiento, mareos…

Cuando el error de practicar deporte a pleno sol, con malas condiciones meteorológicas, sin la precaución adecuada y con poca hidratación a nuestro cuerpo le resulta más difícil autorregularse y nos avisa de que algo falla mandando señales como pueden ser: pérdida de fuerza, mareos, dolor de cabeza, pérdida de equilibrio, calambres, agotamiento…

¿Qué hacer en caso de sentir algún síntoma?

En caso de sentir algún síntoma de tener un golpe de calor se debe dejar de realizar la actividad deportiva inmediatamente, así como tomar agua o alguna bebida isotónica ayude a remineralizar el organismo. Al cabo de un breve rato, darse un baño de agua fría, no helada, ayuda a la recuperación del afectado.

¿Qué prácticas hay que adoptar para practicar deporte de forma segura?

Existe una serie de precauciones que deberíamos tomar para practicar deporte al aire libre los días con temperaturas muy elevadas sin correr riesgos:

  • Evitar horas centrales: Evitar la práctica de deporte durante las horas centrales del día en las que las temperaturas están más altas. Lo más recomendable es practicar ejercicio a primera hora de la mañana o a partir de las 8 de la tarde. No dudes en consultar la previsión del tiempo para evitar los días más calurosos.
  • Agua: Lo más importante es conseguir evitar la deshidratación, por lo que justo antes de la actividad física y durante el ejercicio es recomendable beber suficiente agua.
  • Ropa adecuada: Los días de calor se aconseja usar ropa ligera, transpirable y cómoda.
  • Mojar la piel: Para bajar la temperatura corporal, si se puede lo mejor es mojarse la piel.
  • Proteger la cabeza: El sol impacta directamente en la cabeza. Para evitarlo usa una gorra o sombrero con el que protegerte de los rayos directos del sol.
  • Proteger la piel: Llevar fotoprotector es tan fundamental como hidratarse. Lo ideal es protegerse del sol con una crema ligera y resistente al sudor con un SPF de alta protección.

Los riesgos del deporte en días muy fríos

En invierno tenemos que enfrentarnos al frío extremo, la lluvia y la nieve, pero no tiene porque que ser un impedimento si seguimos una serie de consejos:

  • Ropa adecuada: Para el frío se recomienda utilizar prendas sintéticas y que transpiren fácilmente. Otro factor importante es llevar varias capas para poder deshacernos fácilmente de alguna si lo necesitamos.
  • Lo más importante es conseguir mantener elevada la temperatura corporal. De esta forma favoreceremos el riego sanguíneo hacia nuestros músculos y organismo en general. Mantener una temperatura corporal adecuada nos ayuda a evitar lesiones.
  • Calentamiento extra completo: Es conveniente realizar un calentamiento más completo de lo que acostumbramos pues el frío provoca que los músculos se contraigan.
  • Hidratación: En invierno también se pierde gran cantidad de agua a través del sudor y nos podemos deshidratar.
  • Horas centrales del día: Al contrario que en verano, en invierno es más recomendable practicar deporte en las horas centrales del día donde el frío será menos intenso que a altas horas de la madrugada o a primera hora del día.

Las bajas temperaturas provocan en el cuerpo un mayor esfuerzo y de forma relacionada, el gasto de energía es más alto. Si hacemos deporte al aire libre se queman normalmente más calorías.

Siempre y cuando no tengamos una patología diagnosticada por un profesional médico, hacer deporte al aire libre aumenta la capacidad pulmonar, cardíaca y aporta numerosos efectos beneficiosos para el organismo

El ánimo en cada temperatura

Por lo general, en verano los músculos responden mejor al ejercicio, pero contraproducentemente nosotros sentimos hace demasiado calor, sudamos mucho más y estamos más cansados por las altas temperaturas por lo que nos cuesta más motivarnos para hacer deporte.

Sin embargo, en invierno cuesta más salir de casa por el frío, pero podemos motivarnos practicando algún deporte en grupo o haciéndolo en un entorno cerrado donde otros deportistas realizan sus actividades.