Vecinos de Friol y Guitiriz retomarán las protestas si su cura no recupera la plaza

Ya se echaron a la calle en 2017 cuando el Obispado quiso trasladar al párroco. Aseguran que ahora sólo oficia esporádicamente misas

Feligreses, en una de las manifestaciones del año 2017. AEP
photo_camera Feligreses, en una de las manifestaciones del año 2017. AEP

Vecinos de Friol y Guitiriz no descartan echarse de nuevo a las calles para reclamar al Obispado que conceda la plaza oficial a su párroco: José Ramón Pérez García. Los feligreses retomarán así las protestas iniciadas en el año 2017 tras la decisión de la institución eclesiástica de trasladar a su cura -que llevaba 13 años ejerciendo como tal en varias parroquias de ambos municipios - a Ribeira Sacra, puesto al que renunció.

En aquel momento las manifestaciones se sucedieron y los vecinos, que se agruparon en una plataforma, acudieron incluso al santuario luso de Fátima para trasladarle sus quejas al mismo Papa Francisco. Fueron respaldados además por los gobiernos locales y la casi totalidad de los representantes políticos de ambos municipios. Ante la presión ejercida, aseguran que alcanzaron un acuerdo con el vicario general de la diócesis de Lugo, Mario Vázquez, para cesar las protestas a cambio de concederle de nuevo la plaza oficial al sacerdote en las parroquias friolesas y guitiricenses.

Los vecinos aseguran que tras ese pacto de silencio, su párroco ha podido volver a oficiar misas esporádicamente en la zona, pero no se le permite celebrar otro tipo de actos como bodas, entierros o bautizos.

"Nós cumprimos coa nosa parte ao 100%, pero dende o Bispado non", explican desde la plataforma, que se reunió el pasado sábado para determinar la hoja de ruta a seguir. "Se volvemos manifestarnos, farémolo de xeito moito máis contundente. Que vaia por diante que se volvemos saír ás rúas será porque o señor vicario non cumpriu a súa palabra", aseguran desde la entidad.

Muchos de los vecinos se muestran decepcionados, indignados "e cansados de esperar", y consideran que el hecho de que al sacerdote no se le conceda oficialmente la plaza y no se le permita presidir actos oficiales podría ser una estrategia del Obispado para forzar su marcha. Sin embargo, advierten de que "don Ramón non se moverá de aquí. Parécenos inxusto que non poida ser o noso párroco oficialmente. Loitaremos por que recupere a súa praza e iremos a onde faga falta", anuncian.

Este diario se puso en contacto con responsables del Obispado en Lugo, pero no quisieron pronunciarse sobre este asunto.

RELACIÓN DE AFECTO. A lo largo de los años el párroco José Ramón Pérez García estableció una estrecha relación de afecto con sus feligreses de las parroquias de los municipios de Friol y Guitiriz. El sacerdote se fue ganando el cariño de todos los vecinos a lo largo de más de una década como sacerdote en la zona.

"Son pequenas cousas. Se ve que alguén está traballando pon unha funda para axudar, preocúpase por adornar o templo, non lle importa ir buscar medicinas para quen non se pode mover, acoller peregrinos, xogar cos nenos ao saír da misa ou subir a unha árbore para rescatar un gato", relataba un feligrés hace dos años.

Comentarios