Rosas para vivir la Vía Künig

Unir a través de señales florales la ruta que separa el monasterio de Vacha, del que partió este monje alemán, con Santiago de Compostela y que inspiró la guía publicada en 1495 es el nuevo reto del médico Norman Sinclair, que este miércoles llegó a la provincia
Norman Sinclair, este miércoles en Santa Marina del Rey (León).  J. CASARES (EFE)
photo_camera Norman Sinclair, este miércoles en Santa Marina del Rey (León). J. CASARES (EFE)

Norman Sinclair, médico y biólogo alemán de ascendencia venezolana, está embarcado a sus 72 años en un nuevo proyecto. En él pretende plantar una variedad de rosas –denominada Castell d'Alaquàs– en los puntos más significativos del trayecto que separa el monasterio de Vacha, del que partió el monje alemán Hermann Künig, con Santiago de Compostela, a través de la ruta que se popularizó en la guía de peregrinación que lleva su nombre y que se publicó en 1495.

Estos días ha centrado sus esfuerzos en plantar decenas de rosas –a las que bautizó como rosas peregrinas– en la comarca leonesa del Órbigo y este miércoles llegó a la provincia de Lugo.

En este cometido está acompañado por Arnau García Ferrer, gerente de Viveros Ferrer, con sede en Chiva (Valencia), empresa puntera a nivel mundial en la creación de rosas a través de la hibridación, y del escritor Tomás Álvarez, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Künig, que le asesora sobre la ruta que siguió por tierras leonesas el monje alemán para llegar a Santiago en la Edad Media.

Uno de los ejemplares de la rosa de la variedad Castell d'Alaquàs plantadas por Norman Sinclair.  J. CASARES (EFE)
Rosa de la variedad Castell d'Alaquàs. J. CASARES (EFE)

"Cuando hace algo más de cuatro años visité los Viveros Ferrer interesado en comprar rosales para mi floristería, que compré en Vacha nada más jubilarme, descubrí esta variedad de rosa que había creado Matilde Ferrer y me llamó mucho la atención lo sumamente llamativo que es su color, que surge de una planta blanca originaria de California (Estados Unidos) y otra sevillana de color rojo intenso", explica Sinclair sobre el origen de esta iniciativa.

El resultado de esta hibridación, es una rosa de un "singular" e "intenso" color rosa que Sinclair quiere convertir "en un nuevo símbolo del Camino de Santiago, que sea tan reconocible como la concha o la propia flecha", señala.

Sinclair empezó esta iniciativa hace unos cuatro años –aunque su relación con el Camino empezó en 2009 cuando llegó a Santiago desde Sevilla a través de la Vía de la Plata, habiendo recorrido desde entonces 6.000 kilómetros a través de las distintas rutas jacobeas– cuando decidió que tenía que "llenar" el Camino con esta rosa tan "singular".

Plantación en la localidad leonesa de Santa Marina del Rey, este miércoles.  J. CASARES (EFE)
Plantación en la localidad leonesa de Santa Marina del Rey, este miércoles. J. CASARES (EFE)

Las dos primeras las plantó en Turégano (Segovia) y a partir de entonces las rosas peregrinas se fueron multiplicando. De hecho, a finales de 2021 ya plantó algunas en distintos puntos de la provincia por los que pasa el Camino, como Pedrafita, Triacastela, Samos o Sarria, entre otros.

Ayer aprovechó su llegada a la provincia para ver la evolución de muchas de aquellas rosas y comprobó satisfecho que todas se encuentran "perfectas, ya que es una especie muy resistente tanto a las alturas como a condiciones climatológicas difíciles y además tienen flor todo el año".

En esta ocasión, Sinclair también espera poder visitar las 75 rosas peregrinas que plantó aquel mismo año en el monte do Gozo, aunque su objetivo es llevar esta flor también a los tramos de la Vía Künig por la provincia de Lugo.

Para conseguir este objetivo, Sinclair cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Vacha, localidad de la que partió el monje alemán, con la finalidad de hermanar esta ciudad "con todas las demás poblaciones de esta ruta de peregrinación".

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