El pleno de la Diputación aprobó este martes, a instancias de BNG, que las residencias de titularidad municipal de la provincia reciban las mismas ayudas que las promovidas por la Diputación.
El Bloque se refería únicamente en la moción a la de Sarria, pero aceptó una enmienda del PP para extenderla a otros geriátricos también municipales. Puso como condición que su gestión sea pública, algo que aceptaron los populares.
Manuel Martínez votó con el BNG y el PP, desmarcándose una vez más de sus aún compañeros del grupo del PSOE.
Los socialistas votaron en contra al no aceptarse su enmienda, en la que instaban a que se condicionase ese apoyo a residencias municipales a la disponibilidad presupuestaria de la Diputación y también proponían que se esperase a la puesta en marcha de los centros que promueve la institución, propuestas que para el BNG no garantizaban ese apoyo solicitado.
Tras la votación, el presidente provincial, Darío Campos, dijo que ese acuerdo "condena á Deputación a ter un orzamento ilimitado", dejando entrever que no es viable su cumplimiento.
El pleno arrancó con una protesta de los trabajadores del ente, que pidieron que se respete la RPT pactada por gobierno y sindicatos. También al inicio de la sesión, Martínez, tras preguntar por su situación en la corporación y al ver que no se le iba a dar la palabra por ser aún miembro del grupo del PSOE, por no haberse resuelto aún su expediente de expulsión, se ausentó del salón de plenos para presentar en el registro un escrito solicitando su baja inmediata del grupo del PSOE y su paso al grupo mixto.
