El fucsia llegó unos días antes, ambientando las calles, la Praza da Constitución, iniciando la cuenta atrás que ayer llegó a su fin. Los relojes se pusieron a cero y desde primera hora los festivaleros —"fivers" o "fiveros" dependiendo de quien lo defina— empezaron a inundarlo todo. Colas en la casa de la cultura para ser los primeros en elegir zona de acampada —en menos de una hora se llenó el espacio bajo techo—, en los supermercados, restaurantes con más movimiento que cualquier otro viernes y el sector hostelero con el cartel de completo. Vilalba se rindió al fucsia. Y 4.000 personas se animaron a disfrutarlo.
"Lo mejor del FIV es el ambiente, el buen rollo que hay siempre", decían unos jóvenes que, como muchos más, resaltaron "la buena época en la que se hace el festival, sin exámenes y sin tanto concierto donde elegir". "El frío no es tan bueno", apuntó otro. "Casi no te enteras", le contestaron. Lo de la temperatura es casi el único "pero" que ponen los asistentes a un festival en el que, aunque siempre hay algunos que se estrenan, las caras se repiten a menudo.
"Levamos moitos anos vindo. O mellor é o ambiente e os grupos, e estamos a tope coa banda", apuntaba un grupo de jóvenes de Catoira y Arzúa, clásicos ya en el FIV y uno de los grupos que no pasa desapercibido. Son casi treinta.
"El precio, las fechas, hay muchas cosas buenas", decían otros jóvenes de Narón. "Hay buen ambiente, es muy tranquilo", explicaban unas chicas de Ponferrada y As Pontes. "La organización es muy buena, y la música, claro. Nos gusta mucho", decían otras jóvenes de Asturias.
De Sarria, O Grove, Baiona, Ourense, A Coruña... Llegados desde todos los lugares, en los corrillos disfrutaban de las primeras horas mientras la tarde pasaba despacio en la zona de acampada. Cada uno esperando su concierto más ansiado —Xoel López, Novedades Carminha o Lori Meyers fueron algunos de los nombres que más repitieron—, preparándose para disfrutar de la música y la compañía, con un tema como eje de muchas conversaciones.
¿Cuál será el concierto sorpresa de Mahou de esta noche? Las apuestas, muchas y variadas. Iván Ferreiro, Sidecars, Viva Suecia, Rufus T Firefly, Sidonie o la idea de un acústico porque el concierto solo dura media hora. Hoy se despejará la incógnita.
El FIV programó varias actividades paralelas —una exposición de Bowie y una charla en el auditorio o una película en el Centro Cultural e Recreativo—, pero el momento álgido llegó cuando la luz del sol empezó a bajar y el fucsia se hizo dueño de la noche.
El grupo vilalbés Postergel fue el encargado de abrir fuego con el primer concierto. Tras ellos, Shinova incendió la Praza da Constitución y Carlos Sadness llenó de ritmo cada rincón. Xoel López, el cabeza de cartel y uno de los más esperados de la noche, puso el broche de oro a una primera noche que cerró David Kano Dj.
