La A-54, sin pausa pero también sin prisa

El Gobierno sigue sin dar una fecha para la finalización y puesta en servicio de los dos tramos pendientes de la autovía a Santiago ► Los trabajos en la rotonda que conecta la N-547 con la A-54, en Arzúa, son los que concentran estos días una mayor actividad
El viaducto de Pambre centra los trabajos del tramo entre Palas de Rei y Melide. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera El viaducto de Pambre centra los trabajos del tramo entre Palas de Rei y Melide. VICTORIA RODRÍGUEZ

Sin pausa, pero a una velocidad que aún se percibe como insuficiente. Así es como parecen avanzar las obras de los dos tramos de la autovía A-54 pendientes de finalizar. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) asegura que una vez superadas las principales dificultades técnicas de ambos tramos, las obras avanzan "a un ritmo adecuado", pero todavía elude concretar fechas para su puesta en servicio.

Como es habitual en una obra de esta magnitud, la percepción de la intensidad de los trabajos varía mucho dependiendo del punto del que se trate. El tramo de 11,7 kilómetros entre Palas de Rei y Melide es el más avanzado. Del presupuesto vigente para este ejercicio -72,8 millones de euros-, el Mitma asegura que está ejecutado el 73%.

La percepción ayer, sin embargo, era que el grueso de los trabajos solo se concentraban en el entorno del viaducto de Pambre, un espectacular puente de 1.029 metros de longitud que cuando esté finalizado se convertirá en el más largo de la provincia.

Los otros cuatro viaductos que completan este tramo -Rego do Vilar, río Seco, Careón y río Furelos- ya están totalmente levantados y, aunque la cota de calzada también se ha alcanzado a lo largo de prácticamente todo el trazado, resulta evidente que aún queda mucho trabajo por realizar, ya que solo se ha procedido a la extensión de una fina capa de asfalto en algunos puntos muy concretos.

Con este panorama resulta difícil imaginar que este recorrido pueda estar operativo antes de que finalice el presente año, una posibilidad que se llegó a barajar en algún momento.

Melide-Arzúa

El estado de las obras en el tramo Melide-Arzúa resulta aún más desolador. Los trabajos que se realizan en la rotonda que conecta la N-547 con la A-54, en Arzúa, son los que a día de hoy resultan más visibles para los usuarios de estas vías. En un punto más apartado, concretamente en el entorno del viaducto de Rego de Anido, a la altura de la parroquia arzuana de Maroxo, la actividad ayer también era incesante. Sin embargo, en otros puntos cercanos se percibe que la obra está aún muy 'verde', con el trazado de la autovía apenas dibujado en el paisaje.

Y es que en este sentido, el Mitma reconoce que de los 97,4 millones de euros asignados para este tramo en este ejercicio, solo se lleva ejecutado el 36%.

Para justificar este hecho, el Gobierno argumenta que la obra se vio ralentizada por la aparición de diferentes vestigios arqueológicos en el entorno del río Boente. Además, aluden también a la complejidad técnica del propio trazado, que constará de nueve viaductos, una decena de pasos superiores, seis inferiores y cuatro enlaces. A día de hoy, el Gobierno también asegura que trabajan en la autovía unas 200 personas, con una dotación que supera el medio centenar de máquinas.

Una autovía que nunca llega

Lo que ha sucedido con la construcción de la autovía A-54 simboliza el total desprecio con el que tradicionalmente ha sido atendida la provincia de Lugo en el ámbito de las infraestructuras. Una de las primeras fechas que se dio para la finalización de esta obra fue el año 2012 y, a día de hoy, lo más probable es que Lugo continúe siendo la única provincia gallega sin conexión directa por autovía a Santiago hasta, por lo menos, finales de 2024. Eso sería además en el mejor de los casos, porque el Gobierno evita ahora dar plazos concretos.

Para finalizar los aproximadamente 28 kilómetros que suman los dos tramos que restan por finalizar de la A-54, el Gobierno cuenta con un presupuesto de cerca de 200 millones de euros, de los que 116,8 millones corresponden al itinerario Melide-Arzúa y 85,6, al de Palas de Rei-Melide.

Una vez finalizados los 93 kilómetros de la autovía, la inversión global será de unos 90,3 millones. Cuando se abra al tráfico, el viaje de Lugo a Santiago será de unos 50 minutos.

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