Un bar entre dos tierras

El deslinde de Láncara y O Corgo atraviesa un local , cuyo dueño dibujó una raya para que los clientes elijan en qué concello tomar café

Un cliente, con el propietario del hotel Prados. PORTO
photo_camera Un cliente, con el propietario del hotel Prados. PORTO

En el hotel Prados -ubicado en la carretera N- VI, en el núcleo de A Veiga de Anzuelos- se pueden oír curiosas frases como "eu quedarei no Corgo" y "eu irei para Láncara". Y todo ello porque en el establecimiento se vive una situación singular: una línea atraviesa el local siguiendo el deslinde entre los dos concellos. A raíz de esta delimitación el negocio vio cómo una parte de sus instalaciones se ubican en el término municipal de O Corgo y otra parte en el de Láncara, aunque siempre había pertenecido de forma exclusiva al primero de los ayuntamientos.

Nada más entrar en el bar los clientes se encuentran con una línea naranja que atraviesa las instalaciones y de un lado se lee "café en O Corgo" y en el otro "café en Láncara". El propietario del hotel Prados, José Regueiro, decidió dibujar "de coña" la raya después de que se conociera la resolución del deslinde, el cual deja un "80 por cento" del establecimiento en el concello corgués, mientras que el "20 por cento" restante está en el municipio lancarés, explica.

Según señala el empresario del negocio solo se encuentra dividido el bar y no afecta ni al restaurante ni al hotel. Sí están atravesadas por el deslinde otras instalaciones, aunque son privadas, de uso de la familia propietaria.

El vecino calcula que "uns 60 metros cadrados" de la cafetería se ubican ahora en el ayuntamiento de Láncara, que suponen una muy pequeña parte de la barra, además de algunas de las mesas.

José Regueiro cree que esta curiosa situación no se dará en muchos establecimientos hosteleros, por lo que decidió aprovecharse de esta singularidad representando la línea del deslinde. De esta forma los clientes pueden elegir en qué municipio quieren tomar su consumición o incluso, si lo desean, pueden hacerlo con un pie en cada concello.

"Puxen a raia de coña. Ós clientes chamoulles a atención, sobre todo os primeiros días, e teñen dito "vou tomar café a Láncara" ou "eu quedarei no Corgo". Algúns tamén o colgaron en internet", cuenta el empresario.

El dueño del hotel Prados representó "de coña" el deslinde, que dejó el "80 por cento" del bar en O Corgo y el resto en Láncara

Más allá de la singular situación, asegura que a la hora de la verdad el deslinde no le supuso cambios, pues "quedou todo igual". "Sempre fomos do Corgo e seguimos no Corgo", afirma. En este ayuntamiento abona todas las tasas e impuestos, como ya lo hacía antes de que se produjera la polémica de la delimitación.

Para ellos, el límite entre los municipios en A Veiga de Anzuelos siempre fue la N-VI. En uno de los márgenes de la vía se encuentra su establecimiento, que consideraban y consideran de O Corgo, y enfrente está Leche Río, que siempre se ubicó en Láncara y que ahora también se encuentra dividida a raíz del deslinde. Sin embargo, esta última, a efectos prácticos, continúa perteneciendo al municipio lancarés.

ANTECEDENTES. Toda la polémica comenzó a principios del año 2013, cuando la Xunta de Galicia aprobó de forma definitiva el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Láncara. En aquel momento O Corgo denunció que el documento invadía parte de su territorio en A Veiga de Anzuelos, hecho que ya entonces negaron desde el Concello lancarés.

A raíz de la polémica, los ayuntamientos llevaron a cabo varias reuniones y decidieron incoar expedientes de deslinde, sin llegar a un acuerdo sobre el límite. Por ello también levantaron actas de deslinde por separado y remitieron esta y otra documentación a la Xunta de Galicia.

El Concello lancarés llegó a realizar excavaciones en A Veiga de Anzuelos para localizar un punto de deslinde con O Corgo en la Nacional VI, denominado Alcantarilla dos Tres Ollos.

Los dos ayuntamientos y Baralla también determinaron el límite entre los tres municipios para tomarlo como punto de referencia para resolver el conflicto entre Láncara y O Corgo.

Posteriormente el Instituto Geográfico Nacional (IGN) realizó su propuesta de deslinde y fue aprobada por la Xunta de Galicia hace un año, dando así por cerrada la polémica. El IGN fija que el límite es el que se recoge en un acta levantada por los dos ayuntamientos el 19 de noviembre de 1889. Algunos marcos entre los dos concellos no fueron localizados, por lo que se sustituyeron por alineación recta por ser la opción más neutra. El deslinde parte del límite entre Láncara, O Corgo y Baralla, continuando por A Veiga de Anzuelos y el entorno de la carretera de Trasliste.

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