Castroverde rinde homenaje a uno de sus hijos más ilustres, Manuel Cordero

El acto, impulsado por la joven Cristina Castedo, contó con la presencia de familiares de este destacado político socialista, que fue una figura clave en la aprobación del sufragio femenino
Asistentes al homenaje a Manuel Cordero Pérez, en Castroverde. EP
photo_camera Asistentes al homenaje a Manuel Cordero Pérez, en Castroverde. EP

Castroverde saldó este domingo parte de la deuda histórica que tenía con uno de sus hijos más ilustres, el político socialista y líder sindical durante la Segunda República Manuel Cordero Pérez. El emotivo acto, en el que se descubrió en la Praza do Concello una estatua en su honor, contó con la presencia de familiares del homenajeado; el alcalde, Xosé María Arias; el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, o el cronista oficial de Castroverde, Ricardo Polín, entre otras personalidades y numerosos vecinos.

A pesar de ser una figura clave en la aprobación del sufragio femenino, la relevancia de Manuel Cordero -nacido en la parroquia de Roimil en 1885- pasó hasta hace muy poco desapercibida tanto en su municipio natal como en la provincia de Lugo. De hecho, la impulsora de este homenaje, Cristina Castedo, reconoce que conoció la trayectoria de este político casi de casualidad, "cando a miña nai mostroume un traballo de Xesús Trashorras no que facía referencia á labor feita por Cordero durante a Segunda República".

"Alucinei", admite esta estudiante de 20 años, cuando supo que aquel hombre nacido en el mismo municipio que ella fue clave en la aprobación del voto femenino que defendía Clara Campoamor en 1931 y que además "non dubidou en enfrontarse aos seus propios compañeiros políticos para defender ese ideal".

"Hasta ese día nunca oín falar del, nin no propio colexio de Castroverde faláronnos nunca del", explica Cristina Castedo, que una vez que supo la historia de su paisano le propuso al Concello la posibilidad de realizar algún tipo de homenaje que ayudase a conocer la trayectoria de este político. La idea encontró una excelente acogida por parte del gobierno local, traduciéndose en el homenaje celebrado este domingo.

En su labor de investigación para conocer la mayor cantidad de datos sobre la trayectoria de su paisano, Cristina Castedo también consiguió contactar con la familia de este destacado político, fallecido en Buenos Aires en 1941 y, de hecho, ayer asistieron al acto en Castroverde tres nietos y algún bisnieto, mostrándose todos ellos muy sorprendidos al conocer por primera vez el pueblo donde nació su antepasado.

Todas estas circunstancias hicieron que el acto de domingo fuera especialmente emotivo. Durante el mismo, se descubrió una estatua con el busto del político, obra del escultor Miguel Couto. Por su parte, los familiares de Manuel Cordero, que acudieron al homenaje desde Madrid, obsequiaron al Concello con una fotografía de su antepasado, acompañado de otros destacados políticos de la Segunda República.

El presidente de la Diputación, José Tomé, destacó la importancia del trabajo realizado por Cordero y "a súa loita pola igualdade real. Un feito polo que aínda hoxe seguimos loitando dende a sociedade e dende a política".

Ricardo Polín también subrayó la importancia de reivindicar la figura de Manuel Cordero, "por ser un símbolo de todos os que loitaron pola liberdade e cuxa labor foi posteriormente silenciada pola ditadura".

Polín acudió al homenaje con un elemento simbólico, como es el único libro escrito por Cordero Pérez -titulado Los socialistas y la revolución- en el que muestra los pilares fundamentales de su ideología y para el que pidió "a necesidade dunha reedición", con el fin de que no se pierda esa memoria.

El cronista oficial de Castroverde subrayó, en este sentido, que el homenaje a Cordero es, en definitiva, "un recoñecemento a un loitador pola liberdade, sobre todo, nun municipio que padeceu de forma moi directa as consecuencias da represión, con feitos como os de Montecubeiro ou apropia figura de Enriqueta Otero".

Dentro de los propios elementos simbólicos del acto, el grupo Zuncurrundullo interpretó Negra sombra para abrirlo y lo cerró con el himno gallego, mientras que las banderas republicana y feminista cubrieron parte de la estatua.

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