Xavier Costa Clavell

Costa Clavell, el chantadino de Barcelona

Planeta le encarga dos guías de Galicia con motivo de los años santos de 1965 y 1971

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El Progreso 25/07/2021

EL LIBRO DE poemas en prosa “La voz” que edita Celta en Lugo el año 1958 es el puente entre un escritor que se va, su padre, José Costa Figueras, y otro que debuta en literatura, él, Xavier Costa Clavell (Chantada, 1923). 

Es un libro elegíaco como corresponde al acontecimiento que lo provoca y con mucha historia dentro, pues además lo prologa la histórica directora de La Vanguardia, la coruñesa María Luz Morales y lo ilustra su amigo Francisco Veiga do Campo, que hará lo propio cuando publique “El hombre y la muerte” en San Juan de Puerto Rico.

Xavier _ todavía Javier _, ya no era ningún niño. Había hecho mucho periodismo, pero sin publicar literatura. Esa asignatura pendiente la aprueba cuando su padre ya no está vivo.

Terminado el bachillerato en Lugo, sale hacia Barcelona donde está cinco años y luego recala en Madrid y participa en la fundación del grupo Brais Pinto, aunque la capital catalana será su ciudad para siempre. En realidad, su primer libro es una pequeña monografía titulada “Literatura gallega actual”, que sale en la colección Temas Españoles el año 1957, dos años antes.

De esa fecha también es su traducción de las “Leyendas Completas”, de Alejandro Herculano que edita Iberia. Del mismo corte que “La voz” son “El caballo de Atila” y “Mi voz en carne viva”, dedicado a César Vallejo, que tiene otro prologuista de campanillas, José Agustín Goytisolo. En esos momentos ya reposa en su cajón una novela, “Los malogrados”, cuyo título pronostica su futuro, pues su recorrido finaliza a las puertas del Planeta, entre un montón de obras no premiadas.

Javier suele decir que “lo primero es vivir; luego, escribir para vivir, y después, seguir viviendo”, como una muestra de conformismo ante lo que venga.

En esa época confiesa a su amigo Fernández Ferreiro una frase de la que se va a arrepentir, pues dice no escribir en gallego porque el castellano es un idioma universal. Se arrepentirá porque está a punto de publicar en Buenos Aires, “A ronca gorxa do meu ser” con cinco ilustraciones de Seoane. Se trata de una conversión en la que intuimos la mano de Manuel María, otro de sus prologuistas.

Pero el pan se lo sigue ganando con el periodismo, las traducciones y su trabajo en la Editorial Gassó Hermanos. En 1965 consigue un encargo atractivo. Se trata de escribir dos guías para Planeta, “Santiago y las Rías Bajas” y “La Coruña y las Rías Altas”. Se celebra el Año Santo y hay otro previsto para 1971, de modo que se viene a patear Galicia con el fin de darles forma.

Costa Clavell vive entre la Barcelona bohemia y el galleguismo que aletea en torno al Centro Galego, donde él es un elemento más del mobiliario y donde tiene su despacho. Viaja con frecuencia a Galicia y colabora en casi todas las cabeceras gallegas y barcelonesas del momento. En Tele/Expres acusa a Alonso Montero de adjudicarle a Castelao una condición marxista que no tenía. En El Progreso publica una entrevista con Josep María Castellet, años antes de manifestarse como gurú literario con sus “Nueve novísimos poetas españoles”.

Sus libros posteriores abarcan temas muy diversos, desde poesía y prosa en gallego, como “O conde Villaoíde” y “A Monchiña”, a  biografías como la de Rosalía y la de la Bella Otero, temas de política gallega, como “Las dos caras de Galicia bajo el franquismo”, la guerra, literatura, pintura, traducciones y gastronomía. 

Sus testamentos literarios son “Agora que vou morrer axiña…”, de 1993, y “Lume esmorecido”, de 1999. Muere en Barcelona el año 2006.

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