Ramón Dorrego Fernández

Dorrego, el lujo de los baños de mar en A Coruña

El empresario de Castro de Rei convierte La Salud (Riazor), en el establecimiento de referencia para la hidroterapia española

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El Progreso 02/01/20

INFUSIONES DE ALGAS, hierbas aromáticas, un invernadero para recitales de música, salas coquetonas, tiradas de pichón, conejo y gallo, electricidad en las habitaciones, agua dulce de Lugo, la atención más exquisita y todo lo necesario para hacer del baño de mar un lujo asiático son las líneas maestras que a principios del siglo XX ofrece a sus clientes la coruñesa Casa de Baños La Salud, refundada por Ramón Dorrego Fernández (Castro de Rei, 1850).

Nuestro hombre nace en la parroquia de Santiago de Duarría y emigra a Cuba, donde conoce a Belén de Génova y Díaz, también llamada de Córdoba. Se enamoran, se casan y tienen ocho hijos, Ramón, Domingo, Belén, Rosendo, Manuel, Carmen, Herminia y José.

El paso de Ramón Dorrego por La Habana va a dejar una huella indeleble, pues en esa ciudad funda la confitería y panadería El Cetro de Oro, cuyo edificio posterior (1910) figura en todas las guías turísticas y en todos los tratados sobre arquitectura habanera por ser una de las muestras más genuinas y logradas dentro del estilo modernista, o Art Nouveau. En esos años posteriores es Rosendo Dorrego quien queda al frente del establecimiento cubano.

Pero en España don Ramón será siempre recordado por su gestión al frente de La Salud, el gran establecimiento de Pila, Oleaje y Duchas, fundado en A Coruña por el médico municipal de aquella ciudad, Juan de Villardefrancos. La fundación hay que datarla en 1886, la llegada de Dorrego en 1900 y su vida activa, hasta 1963.

Dentro de su equipamiento se dice que dispone de una red de maromas en toda la extensión de la playa de Riazor, salvavidas, lanchas tripuladas y bañeras, además de  todo lo mencionado antes. En los permisos concedidos para las reformas, se le autoriza “a desmontar por medio de barrenos las rocas aisladas que se eleven menos de un metro sobre la mar viva equinocial y comprendidas dentro de la playa de la concesión”, que es Riazor. 

En A Coruña y Vigo se concentran las casas de baño de la época, esto es, La Salud y La Primitiva, frente a Riazor, y La Iniciadora, en Samil. La Salud se anuncia en el primero número de El Progreso de 1908 y tiene clientela lucense desde los primeros momentos.

El agua de Lugo compite en calidad con la de A Toxa y sus sales naturales, o las de Carballo, Cuntis, Arteixo, Caldas de Reis, Molgas, Archena, Puente Viesgo y Ledesma, de las que también dispone en Riazor.    

La Salud está inmediata a la playa, en el número 22 de la calle Rubini. Dos médicos de reconocido prestigio, Emilio Fraga y Víctor Andrade, y el farmacéutico Julio Morillo, yerno de Dorrego, llevan la dirección facultativa, a la vanguardia en tratamientos hidroterápicos con la incorporación de baños medicamentosos de almidón, alcalino y salvado, infusión de algas, sublimado, yodado o gelatinoso, además de sala de duchas y lo más moderno en hidroterapia, que provoca la admiración de su clientela.

Los cacos también estuvieron interesados en el lujo de La Salud, concretamente en las tuberías de plomo y cobre con las que se realiza la toma de aguas y así, el 13 de marzo de 1918 se llevan 140 kilos de estos materiales, propiedad de la casa y existentes en la playa de Riazor. Los daños causados ascienden a 500 pesetas y se repararon de inmediato.

No es de extrañar que La Salud sea galardonada con el diploma de honor en el Concurso Nacional de este tipo de establecimientos, ni que su fama llegue a toda España, con una clientela que de año en año reserva sus plazas para la temporada.
Ramón Dorrego fallece en 1926, pero la actividad de la casa de baños se prolonga casi cuarenta años más.

 
 

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