José Díaz Andión

Díaz Andión, el historiador tipógrafo 

Nacido en Baleira, se interesa por los personajes gallegos, de Pastor Díaz a Rodil; de Porlier a Noriega

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El Progreso 30/05/2021
 

POCO ANTES DE fallecer en 1948 publica su último artículo en Opinión Gallega de Buenos Aires sobre su admirado Manuel Soto Freire, a quien dos años antes había dedicado un amplio trabajo en El Progreso. 

José Díaz Andión (Baleira, 1892) lo conoce bien porque él se ha hecho tipógrafo en la madrileña Escuela Social de Trabajo y como colega no se le escapa la importancia de Soto Freire para la cultura gallega. 

Había nacido en el lugar de Río de Castro, dentro de la parroquia de Santa María de Fonteo, aunque abandona Galicia, “antes de lo que yo quisiera”. De esa infancia gallega recuerda una peregrinación con su madre a Os Remedios de Mondoñedo.

La añoranza de la tierra la va a combatir desde Madrid con un sinfín de trabajos concebidos para dar a conocer la cultura gallega, sus hombres, sus ideas y su historia.

Colabora en El Regional, de Lugo, a donde también remite crónicas sobre la actividad de los gallegos en Madrid. Gracias a una de ellas conocemos la velada que se celebra en la Residencia de Señoritas fundada por María de Maeztu con participación, entre otras jóvenes, de Mercedes y Teresa Pimentel.

Su vida social se desarrolla en torno al Lar Gallego, que el funda y dirige desde la Junta de Gobierno con Gerardo Bugayo, Eugenio Bañobre, Manuel Castro Gil, en la sección artística, y dos tocayos, José Rodríguez Sanz y José López Sánchez. 

También es el redactor jefe de su revista Galicia en Madrid. Conferencias, recitales y excursiones corren a cargo de Díaz Andión y sus compañeros de la sección de cultura.

Hace crítica teatral y utiliza el seudónimo Pepe Liciaga. Leal Insua cita uno de sus artículos en el que denuncia la inexistencia de libros de Nicomedes Pastor Díaz en la Biblioteca Nacional. Hablamos de 1923.

Concurre a numerosos certámenes y es premiado por el Centro Gallego de Montevideo por el trabajo Influencia de Galicia en el régimen institucional español (1929), y en otros que convocan los organismos lucenses Círculo de las Artes, Gobierno Civil, Ayuntamiento y Radio Lugo, entre 1930 y 1943.

También la Academia Gallega le reconoce Influencia de Martínez Salazar sobre la cultura gallega, de 1948.

En formato folletón publica la historia de la defensa del Callao por el general Rodil, natural de A Fonsagrada, muy cerca de su lugar de nacimiento. El mismo personaje merece de él un estudio más amplio. 

Los Lunes del Imparcial, Metrópolis, El Universo y Cultural, son algunas de las cabeceras madrileñas donde se pueden localizar trabajos suyos, y en Galicia, además de las citadas, en El Ideal Gallego, La Voz de la Verdad, La Vanguardia Gallega, Finisterre y El Progreso, en cuyas páginas se encuentran sus últimos artículos sobre Noriega Varela, Pastor Díaz, Rosalía y el ya citado Soto Freire.

La muerte le sorprende a los 56 años cuando está a punto de finalizar el relato de La Diputación de Lugo en las Cortes de Cádiz, que será publicado al año siguiente en el Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos de Lugo.

Quizá sus obras más divulgadas sean Los precursores de la libertad, Don Juan Díaz Porlier, de 1932, sobre los liberales gallegos, y Los trovadores gallegos, Macías y Rodríguez de Padrón, también premiada por la Academia Galega en 1944.

Isabel Díaz Arnal, que imaginamos miembro de su familia, mantiene viva la llama de su recuerdo en los sucesivos aniversarios de su muerte. Esta mujer declaraba haber conocido Galicia sin pisarla, gracias a la lectura de Díaz Andión.

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