Jesús de la Peña Santiago Rego / Suso Peña

Suso Peña, entre la vanguardia del cómic mundial 

El de Ribadeo se inicia al lado de los más grandes en el Grupo La Floresta y publica en revistas de docenas de países

Suso_Peña_CROMO

El Progreso 09/09/2020

HABÍA NACIDO PARA el dibujo, pero crece para el cómic. Cuando en 1971 entrevisto a Jesús de la Peña Santiago Rego (Ribadeo, 1941), apenas lleva un lustro en el mundo de la historieta, pero ya está entre los grandes, con obra publicada en una docena de países y contratos con las más importantes editoriales internacionales. Y todo ello sin un aprendizaje específico, salvo el que se obtiene por la cercanía con otros creadores.

Naturalmente mi interés se dirige a conocer los secretos del milagro y Suso Peña me cuenta su predisposición natural para el dibujo y sus primeros trabajos en el campo de la publicidad, realizados a disgusto. Entonces se le cruza en su vida la obligación de realizar el servicio militar y lo que para la gran mayoría de reclutas es una interrupción en su vida, en los estudios o en el trabajo, para Suso supone encontrar la vía de su auténtica vocación.

Siendo paracaidista conoce a varios de los historietistas con los que en torno a 1967 formará el Grupo La Floresta, así llamado en honor a la casa de San Cugat del Vallés donde se reúnen. Son Luis García, Carlos Giménez, Esteban Maroto, Ramón Torrents, Adolfo Usero y él.

Suso es animado a aprender los rudimentos del cómic y finalmente admitido como uno más de esta auténtica vanguardia española donde figuran los nombres de seis de los que harán escuela los próximos años.

Maroto idea el proyecto 5 por Infinito, un cuaderno mensual de 24 páginas, y Suso se encarga de los fondos, con Torrens, Usero y el guionista Manuel Yáñez en el equipo. Selecciones Ilustradas de Josep Toutain se interesa por  la obra y en septiembre de 1967 está acabado el número uno, titulado Miedo. Dos años más tarde, 5 por Infinito ya se ha editado en Alemania, Chile, Argentina, España, Francia, Hungría, México, Portugal y Yugoslavia.

Este trabajo le abre las puertas de nuevas editoriales, como Delta 99, Buru Lan o  Ursus, donde aparecerán otras aventuras más personales, desde su regreso a Ribadeo, así como encargos con los que no acaba de estar satisfecho, debido a su afán perfeccionista. Por ejemplo, en 1971 me confiesa que trabaja en una historia del Oeste que no le interesa demasiado por considerar que el género está quemado. Pero el caso es que en muy poco tiempo Suso Peña es reconocido y reclamado por el principal mercado del cómic, EE.UU. e Inglaterra, donde  Continuity Comics, Warren Pub. y Fleetway comprarán sus historias, algunas de las cuales son  Gringo (1970), Jeff Blake, el Hombre de Pinkerton, o Aventuras en la Selva (1969).

Cuando años más tarde la revista En Punta que dirijo en Madrid contrata al más destacado historiador del cómic español, Jesús Cuadrado, me asombra saber que conoce la entrevista realizada a Suso en Ribadeo. Cuadrado tiene frases muy elogiosas sobre el ribadense en su Atlas Español de la Cultura Popular: De la Historieta y su Uso, 1873-2000 (Ed. Sinsentido/ Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 2000).

Otros trabajos suyos son     El Buque Pirata, para las Joyas Literarias Juveniles de Bruguera; los cinco tomos de La Cadena de la Vida. Fauna Africana, para Columna; As Covas do Rei Cintolo, de Daniel Cortezón; la colectiva Solidaridad con El Papus y la divulgativa El Senado de España (Pub. del Senado, 1985), con guión de Fernando Guijarro.

Una década después, Suso Peña centra su trabajo en otro campos, como la fotografía, el diseño gráfico o el diseño de páginas web.

Es Fillo Predilecto de Ribadeo, donde también cuenta con una calle con su nombre. Fallece en 2005.
 
 
 

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