Enrique Santín Díaz

Enrique Santín, los políticos vistos desde dentro 

El abogado lucense dedica más de media vida a la función pública en la estructura del Estado

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El Progreso 02/05/2021
 
CUANDO TERMINA TERCERO de Derecho con matrículas, la prensa se refiere a Enrique Santín Díaz (Lugo, 1924), como colaborador de Radio Lugo. 

Al año siguiente, 1948, es el alférez Santín. En 1955, convertido ya en culto y joven abogado, es el pregonero de la Semana Santa lucense y ese mismo año es el novio que sube al altar con María Luisa Arias Esperanza. 

En 1960 preside el C. D. Lugo, con el que está a punto de lograr el ascenso, y la Unión Lucense Santo Tomás de baloncesto. De 1963 a 1967 es delegado de Información y Turismo en Lugo, Oviedo y A Coruña, donde sustituye a Jesús Pedrosa Latas, Alejandro Fernández Sordo y Francisco Serrano Castilla.

Esto es una muestra de la actividad inicial de Enrique Santín, un hombre con vocación de centenario y de filósofo, para el cual el tiempo es un “elemento neutral”, ni bueno, ni malo, depende de saber aprovecharlo o no.

Quiérese decir que Enrique hizo muchas cosas y que unas le llevaron a otras como eslabones de una misma cadena iniciada desde que en 1934 los hermanos Santín Díaz, Luisa, Enrique y Alejandro _ el famoso futbolista y fundador de los Alesandi _, se quedan huérfanos de madre, Josefa Díaz Losada, y se agrupan en torno a su padre, el cajero del Banco Pastor, Enrique Santín Girondo, para sacar adelante la familia.

Enrique hijo, que acaba Derecho con Premio Extraordinario, reconoce que su afán por el estudio comienza siendo ya alumno de la universidad compostelana, donde hace los cinco cursos en cuatro años. A continuación viene todo lo que hemos relatado y más adelante, cuando Manuel Fraga es nombrado ministro de Información y Turismo, lo nombra jefe de la Inspección General de Servicios de dicho ministerio, donde permanece los mismos años que el político villalbés.

Finalizada esa etapa, Enrique Santín regresa al ejercicio activo de su profesión somo asesor jurídico, pero esta vez establecido en Madrid. Y así como el cartero le llamó dos veces para abrir bufete de abogado, también le llama otras dos para su regreso a la función pública, en esta ocasión en el equipo de otro político lucense, Antonio Carro Martínez, nombrado ministro de la Presidencia, para ser su jefe del Gabinete Técnico.

Y no será él único. En su colección de cargos y cometidos Santín suma los de secretario general del Programa de Promoción Profesional Obrera, el famoso P.P.O., y las jefaturas de otros gabinetes, como el de la Delegación Nacional de Mutualidades Laborales, y los de los ministros de Relaciones Sindicales e Interior.

Por el medio nos han quedado proyectos tan diversos como el de haber sido  antólogo con Xesús Alonso Montero de textos literarios relativos a la provincia de Lugo, o la fundación de su querida asociación cultural y enxebre orden de la Vieira, desde la que imparte títulos de honra y premios literarios.

Además de aquella primera colaboración con Alonso Montero, Santín ha escrito El Secreto de Galicia, Asturias tópica e insólita e Ideas y reflexiones sobre el Camino de Santiago, libros sobre la empresa, sobre Cervantes y sobre su experiencia en política, como Análisis de una época y Patología de los políticos.

En este último diagnostica las maldades de la clase _ megalomanía, idolatría, avaricia, debilidad _, y propone las terapias correspondientes. En el caso español señala la causa de los males en la ley electoral y la necesidad de transparencia en los partidos.

Ni que decir tiene que posee todas las distinciones que en su especialidad se conceden.

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