Pedrea para los décimos extraviados entre A Fonsagrada y Pontevedra

José García pagó, pero no recibió, 14 décimos del 27.495 y pierde 1.400 euros
José Antonio García. RAFA FARIÑA
photo_camera José Antonio García. RAFA FARIÑA

José Antonio García López, el vecino de Pontevedra que compró 320 euros de lotería en la administración de A Fonsagrada, que nunca llegaron a su domicilio por errores en el transporte de mensajería, vio como uno de los números adquiridos, el 27.495, resultó agraciado con 100 euros por décimo al coincidir su centena con las terminación del segundo premio, el 6.095. Este policía jubilado debería tener en sus manos 14 décimos, por las que percibiría 1.400 euros.

"Entereime de que tiña a pedrea pola miña cuñada, que ao no chegarme os décimos pedidos para repartir entre familiares comprou un dese número", manifestó García, natural de Navia de Suarna, adquiere participaciones para el sorteo navideño en A Fonsagrada, de donde es su mujer, desde hace 40 años. Últimamente se los encarga a Otilia Pérez, dueña de la administración fonsagradina.

El mensajero entregó el sobre con los décimos en el número 24 de la calle donde vive, y no en el 34, donde reside. Ante esta incidencia, un sobrino le mandó dos participaciones del 27.495 a García López, que al menos obtuvo un pellizco de 200 euros. "Sinto pena polos familiares, xa que o resto das participacións eran para mandar a parentes de Bos Aires, Barcelona e Oviedo", recordó este martes.

Aunque García presentó una denuncia en el juzgado, los décimos no pudieron anularse, ante la imposibilidad de confirmar el número de serie ni de fracción. Esta circunstancia podría hacer que las personas que recibieron el envío puedan cobrar el premio, aunque supuestamente recibieron el sobre vacío, según le comentaron al cuñado de José Antonio, o lo tiraron a la basura porque no era para ellos, como le dijeron al propio afectado.

El viaje del sobre con los 14 décimos del 27.495 y dos del 36.744 fue una odisea. La dirección que puso la empresa de mensajería en el justificante estaba borrosa. El repartidor se lo dio a dos conocidos y firmó la recepción con su DNI. En el recibo figuraban el nombre y teléfono de José Antonio, pero no le llamó. Ahora habrá que esperar para saber si se cobran todos los décimos vendidos del 27.495 "e se algún espabilado gaña para unha viaxe á miña conta", afirma José Antonio García.

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