La pasión de Gibson: el pastel de A Fonsagrada

Pimientos de padrón, tortilla de Betanzos y bonito de Burela fueron algunos de los platos que degustó el actor a su paso por Galicia
Mel Gibson, en A Fonsagrada. EP
photo_camera Mel Gibson, en A Fonsagrada. EP

AUNQUE pasease vestido como "un paisano", el actor estadounidense Mel Gibson no ha podido evitar atraer los focos hacia él durante su estancia en Galicia.

A pesar de la brevedad de la estadía, los días del director en Galicia suman una buena cuenta. Su comida en A Fonsagrada resultó llamativa por la ligereza. Apenas una ensalada mixta, pulpo y unas chuletas de cordero compusieron el menú. Lo que nadie esperaba es que el William Wallace de la gran pantalla "tenía el estómago tocado" tras su paso por Asturias, según explicó en el restaurante Cantábrico.

A cierta altura de la sobremesa detuvo al personal para preguntar "qué es lo que estoy comiendo", pues se encontraba maravillado con el postre. Se trataba del pastel de A Fonsagrada, un dulce de bizcocho, crema, coñac y almendra. Salió del local "casi escapando" ya que las peticiones para fotografiarse junto a él se dispararon. "No quería destacar. Se veía que iba en plan familiar", explicó el encargado del restaurante, Adrián Lombardía, que sí consiguió su instantánea con el actor que se reproduce más abajo.

Junto a él viajó su actual pareja, la guionista Rosalind Ross de 27 años, frente a los 63 de Gibson, y el hijo de ambos, noveno del intérprete.

Gibson peregrinó hasta Santiago de Compostela como uno más y allí deambuló entre la Catedral y el casco antiguo, donde gozó de una cena con el sello Galicia Calidade. Fue el padrino de A Noiesa, un restaurante que lleva tan solo diez días abierto y ya cuenta con una anécdota para su historia.

Seis personas le acompañaron durante un paseo gastronómico por Galicia que incluyó pimientos de Padrón, tortilla de Betanzos, empanada y ensalada de tomate azul de Santiago con bonito de Burela como entrantes. Los platos principales llevaron lo mejor del mar con un arroz de bogavante azul y un arroz ‘del señorito’. La rubia gallega fue la otra protagonista de la mesa gracias a un entrecot de ternera. A juzgar por la copiosidad, el estómago del americano ya gozaba de mejor salud.

Gibson, que hizo noche en el Hostal de los Reyes Católicos, quedó satisfecho con los platos del chef Juan Carlos Somoza. El cocinero encontró al actor "extremadamente cercano", ya que cada vez que salía un plato "hacía gestos de aprobación" y se acercó a la cocina para dar la enhorabuena al final de la cena, firmando incluso la carta de A Noiesa.

El actor de Mad Max se une así al plantel de celebridades de Hollywood que visitan Galicia este verano, como hizo Olivia Newton- John en julio en la Ribeira Sacra.

Puede que la gastronomía sea la pasión secreta de Gibson pero, sospechosamente, su ruta ha seguido los senderos del Camino Primitivo. Algo que suena casual sino fuese por su conocido interés por las historias religiosas. De hecho, produjo The Way (El camino) en 2010. De momento, se queda con el pastel de A Fonsagrada.

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