Indignación en la familia del barallés hallado muerto en Vall d'Hebron tras 48 horas

"Es desolador que pasase dos días sin vida en un baño", dice un hijo
Manuel Mourín Caldeiro. EP
photo_camera Manuel Mourín Caldeiro.

La familia del barallés Manuel Mourín Caldeiro, el anciano de 89 años que estuvo muerto en un baño del hospital Vall d'Hebron de Barcelona durante más de 48 horas, no puede ocultar su indignación por la cadena de "negligencias" que rodeó su fallecimiento, según explicó su hijo, Javier Mourín.

Manuel Mourín, natural de la parroquia de Vilameixe, acudió al centro sanitario para hacerse una analítica rutinaria de sangre el pasado miércoles 7, pero jamás volvió a casa. Su familia vivió más de dos días desesperación, de búsqueda infructuosa, hasta que el viernes 9, se encontró el cadáver del anciano en un baño.

Javier Mourín señala que en la muerte de su padre concurrieron tres errores graves. El primero consistió en dar hora a las 13.30 a un diabético para un análisis de sangre "y tenerlo sin ingerir alimentos desde primera hora de la mañana". El segundo vino derivado de los fallos en el protocolo de limpieza y seguridad del centro hospitalario, "ya que es impensable que nadie se percatase que había un fallecido en el cuarto de baño de un centro público por donde pasan miles de personas a diario". El tercer fallo es achacable al protocolo de desapariciones, "pues, aunque lo inscribieron en la base de desaparecidos, no se pueden hacer indagaciones hasta las 48 horas", explicó.

La esposa de Manuel Mourín y su hijo José Manuel le esperaban para comer a mediodía, hacia las dos de la tarde, ya que su domicilio se encuentra a menos de media hora del centro asistencial. Al ver que no regresaba, los familiares le buscaron por el hospital y sus inmediaciones y denunciaron su desaparición a los Mossos d"Esquadra y a SOS Desaparecidos.

CÁMARAS. Ante la insistencia de la familia, los Mossos avisaron a los responsables del hospital el viernes para pedirles que revisasen las cámaras de seguridad sin efectuar trámites judiciales con el fin de agilizar la búsqueda. Así se comprobó que el desaparecido entró, pero no salió, del Val d"Hebrón.

Javier Mourín explica que su progenitor dejó con aparentemente normalidad la consulta, según los testimonios recabados, y se dirigió a los servicios, donde debió sentirse indispuesto. "Es inexplicable que nadie le viese desde el miércoles hasta que lo encontraron el viernes", señala su hijo, que se pregunta si se procedió a la limpieza de los lavabos. "La muerte le pudo llegar en cualquier otro lugar, pero es desolador que estuviese dos días olvidado en unos baños", añade.

Una hipoglucemia o un infarto súbito son las probables causas del fallecimiento, algo que aclarará el informe definitivo del forense. "Solo nos indicaron que la muerte fue un fallo multiorgánico, pero aún no sabemos si murió tras un desmayo o si sufrió una agonía angustiosa. La crisis de hipoglucemia es reversible si se coge a tiempo", agrega Javier Mourín.

La familiares de Manuel Mourín aguardan a que les remitan los resultados completos de la autopsia y el informe del Val d"Hebrón antes de denunciar el caso y exigir responsabilidad civil por la colección de errores que rodearon su muerte.

Mourín Caldeiro emigró muy joven a Barcelona, pero visitaba Baralla un par de veces al año, en invierno y verano. El fallecido tiene hermanos y sobrinos en el municipio barallés y en Lugo.