El viento y la lluvia causaron destrozos considerables en la terraza cubierta del bar Acuario de Foz. El vendaval de la madrugada del domingo al lunes arrancó el toldo, cuyo paradero todavía desconocen al no hallarlo por ningún lado. Su falta hizo que el agua de la lluvia también ocasionase otros desperfectos al levantar el suelo de madera.
La propietaria estima que los daños ascienden a unos 5.000 euros, dado que también afectó a la instalación eléctrica y a la espera de que el perito haga su valoración.
La gerente, cuyo toldo tenía 20 años y nunca había sufrido daños, reconoce que su disgusto. "Nós vivimos enriba e entre as catro e as seis da mañá sentimos un ruído grande, levantámonos e xa non vimos o toldo, que debeu levantar por algunha esquina, pois estaba amarrado ao aluminio e a carpa pechada con cristal e portas corredeiras".
