El ultramarinos moderno es muy internacional

Tino Panta en Burelao Connected 24h en Ribadeo diversificaron servicios y productos de alimentación en lo que nació como locutorio
Tino Panta. JM ÁLVEZ
photo_camera Tino Panta. JM ÁLVEZ

Si preguntan en Burela por la tienda de Florentino Araúzo probablemente no sabrán indicarle, pero solo con mencionar los negocios de Tino Panta estarán encaminados a la avenida Arcadio Pardiñas, donde lo mismo pueden adquirirse de madrugada unas medias para sustituir las rotas, unos garbanzos para poner a remojo o enviar parte del dinero de la marea a la familia en Senegal. Panta abrió hace 19 años su tienda 24 horas y allí sigue ininterrumpidamente de nueve de la mañana a tres de la madrugada, de lunes a domingo. Por la semana los cuatro que trabajan en este ultramarinos moderno se turnan y suelen recogerse un poco antes, mientras que durante el fin de semana acostumbran a alargar el cierre.

Las circunstancias han cambiado, sobre todo a raíz de la prohibición de la venta de alcohol a partir de las diez de la noche. "É bastante inxusto para nós porque ata esa hora os supermercados poden despachar as bebidas que queiran, pero nós tamén temos unha bodega de viños con prezos bastante competitivos e os clientes veñen sobre todo por marcas de calidade", dice Panta, quien reconoce no obstante que el del alcohol ya no es el negocio del siglo y hace tiempo diversificó la oferta con todo tipo de productos de alimentación, servicios telefónicos, prensa, como agente bancario para transferencias de dinero, y de locutorio. De hecho, figura como Locutorio Please Passs. Es uno de los ultramarinos modernos, aunque ahora sirvan los cafés expresos desde una pequeña máquina en lugar de aquel aroma a torrefacto que había tras mostradores señalados de los pueblos. Variedad de producto y amplitud horaria, como también estilan en el Locutorio Connected 24 horas de Ribadeo, en la avenida Fernández Cardoso. Allí también hay envíos de dinero, fotocopias, recarga de tarjetas telefónicas y cíber, como en el de Panta.

La variedad de productos suele responder a lo urgente. JOSÉ Mª ÁLVEZ
La variedad de productos suele responder a lo urgente. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Este dice que, al igual que el locutorio para las conexiones internacionales, el cíber "tamén ten os seus clientes pois aí a xente pode imprimir os billetes de avión ou facer o que necesite por internet", pero es que el giro de dinero tiene incluso más tirón entre los inmigrantes. "Non só somos axentes da Western Union senón doutras catro casas similares como Ría Monty Transfer e algunha máis, ata cinco das máis importantes do mundo pois dende aquí mándanse cartos a Senegal, Cabo Verde, Marrocos, República Dominicana, Cuba, ou Venezuela, aínda que neste último país teñen bastantes atrancos para cobrar en dólares e na moeda de alí". Y pone de ejemplo que hace poco enviaron 1.500 euros a Indonesia con un cargo de 8 euros cuando la transferencia le suponía al marinero 26 euros en una entidad bancaria local. También en Burela reciben transferencias, por operaciones comerciales con EE.UU. o de familiares que residen en Francia.

El servicio de locutorio y cíber en las que antes eran tiendas 24 horas sigue ofertándose, pero decayó. ÁLVEZ
El servicio de locutorio y cíber en las que antes eran tiendas 24 horas sigue ofertándose, pero decayó. ÁLVEZ

"En Burela el movimiento de los barcos tira mucho, aquí en Ribadeo y alrededores tenemos también bastantes inmigrantes en sectores como la madera o la hostelería que provienen de Rumania, Colombia, República Dominicana, Brasil, Honduras, Paraguay, Honduras... que utilizan los envíos de dinero", explica Iván Crespo, un lucense que abrió hace seis años el locutorio Connected 24 horas en la entrada de Ribadeo. Reconoce, sin embargo, que ahora el servicio de locutorio y cíber es casi residual "para gente que viene de fuera y debe imprimir o hacer un trabajo esporádico al no contar con ordenador o impresora".

Se han ido adaptando a lo que demandaban los clientes: móviles y recargas telefónicas, además de alimentación "pues tenemos tantas referencias extranjeras de productos rumanos y latinos como españoles". "A veces nos piden si les podemos conseguir esto o aquello y hay que reinventarse porque con los supermercados nacionales es difícil competir", reconoce Iván.

Donde han desistido es en el horario pues "ya no merece la pena cerrar a las cinco de la mañana, y desde las restricciones con la pandemia fuimos reduciéndolo y ahora, que somos tres, echamos el cierre a las nueve y media de la noche. Estamos bien así".

En lo de la alimentación, Panta está franquiciado a los productos Alimerka y desde Asturias también le llegan los hielos Cubers, que distribuye a toda A Mariña, pero todo es muy variado. Encuentras el pan pero aquello otro que necesitabas y no tienes porque es fin de semana y se te pasó hacer la compra. Ya sean las cervezas, una sopa de sobre o un saco de patatas. Ideal además para esa gente que hasta le pregunta a Google donde hay un 24 horas.

Aunque ya no sea tal. "Cando se acabou a movida de Burela, hai oito anos, a partir das tres da mañá xa quedaba todo deserto", dice el propietario, al que le gusta más lo de "nuevo ultramarinos" que asimilarse a "supermercado".  En algún rincón tiene algo, ya sea un Rasca de la Once o cualquier otra respuesta a urgencias de los clientes en fin de semana.

No faltan los anuncios que se ofrecen para trabajar y llamamientos a vivir con la sonrisasiempre puesta. Él parece aplicarse el cuento y comparte recetas gratuitas: "La gente feliz no pierde el tiempo haciendo el mal a los demás. El mal es una cosa para gente infeliz, frustrada, mediocre y envidiosa". Presidiendo la tienda hay un recordatorio importante: "Pechou Aluminio o 20 de xaneiro do 22, e abrirá o sábado 20 de xaneiro do 2024. Iso dixeron".

Quien abre siempre es él, para una clientela muy variada que a veces aprovecha para tomar allí el primer café del fin de semana, "e coa confianza de estar sempre aberto e ter un pouco de todo". En el fondo, como en los ultramarinos clásicos de las pelas de bacalao, embutidos y vinos especiales está la tradición familiar. Su padre, Raúl Araúzo, y la madre, Encarnación, ya tenían tienda con taberna en Cubelas (Ribadeo). "Meu pai ía polas casas cun cabalo e dous cestos, vendendo, e logo en camión e así coñeceu a miña nai en Reinante. Xa meu avó fora un gran tratante. Orixinario de Caberuega (Burgos) compraba e vendía de todo, andando polas portas nas aldeas", explica Tino. "Xeracións de abrir os 365 días, desde pola mañá ata deitarse", concluye.

"Quero montar un economato no porto"
Tino Panta tuvo camión montado a todo tren para la autoventa puerta a puerta. Llevaba desde fruta a congelados, y en condiciones, pero se lo pasó a un exempleado, Moncho Otero, "que ten dotes de gran vendedor". Ahora, tras comprar el edificio que fue de Gres Burela junto al puerto, planea montar allí un economato, para servicio rápido de toda la marinería, sobre todo: «E a moi longo prazo, abrir uns apartamentos turísticos». Tiene madera de emprendedor y capacidad horaria. ¿Cómo lo consiguió? De joven le daba al fútbol, pasó por el Lourenzá, Riotorto o Ribadeo y en esta última localidad tuvo un pub durante 19 años. Conoce gente y horarios.

¿Y el ultramarinos clásico?
Algunos han tratado de sobrevivir a las grandes superficies centrándose en la alimentación gourmet, otros negocios se han especializado al máximo (incluso como proveedores de barcos) o atienden a colectivos inmigrantes en sus gustos alimentarios, al igual que hay bares en Burela centrados en lo latino y africano. Incluso tiendas de estaciones de servicio intentan acercarse a aquel estilo. En A Mariña, tiendas ultramarinos como La Casilla en Cervo siguen con ese regusto clásico de cuidar el producto y al cliente.

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