Tripulantes del Adviento Uno confían en dar negativo para dejar el barco

Marineros y armadores señalan que no hay una postura única a bordo sobre el confinamiento
Tripulación con los armadores, en el muelle de Burela. DV
photo_camera Tripulación con los armadores, en el muelle de Burela. DV

"Este lunes tuve algún momento de flojera pero me encuentro bien", decía el primero de máquinas del Adviento Uno. Luis Miguel Ramos Domínguez se muestra más optimista que alguno de sus compañeros sobre la evolución del confinamiento en el que se encuentran a bordo en el puerto de Burela. Todos esperan que las nuevas pruebas PCR, que les serán realizadas mañana, sean negativas y les permitan volver a casa. Alguno como Ramos no quiere regresar a su hogar hasta comprobar que no puede contagiar. Vive en Foz con su esposa Zulia y tres hijos.

Ella lo visitó este lunes en el muelle y pudieron hablar a distancia desde la valla perimetral. Con raíces en Santa Cruz de Tenerife, desde donde emigró un abuelo, el responsable de la máquina del Adviento Uno hizo la travesía inversa desde La Habana y lleva diez años en España, donde está nacionalizado. "Creo que soy el único cubano en la flota de altura de Burela y Celeiro, aunque hay muchos en la mercante, donde navegué y en la de gran altura de Vigo", señala.

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"Veo que los 16 compañeros que estamos en el barco comen y alguno hasta aprovecha de mañana para hacer ejercicio en el espigón; no estamos ni graves ni aterrorizados ", indica. Sí aprecia el temor porque un día puedan empeorar aunque considera que evolucionan bien.

El único evacuado al hospital fue el patrón de costa, de 41 años, que permanece ingresado en planta para medicarlo pues en días pasados presentaba bastante tos y tuvo picos de fiebre. Unas décimas, algo de tos y diarrea, son síntomas que los armadores —ayer a pie de muelle junto al barco y hablando con la tripulación—, reconocen, pero apuntan que no existe una postura unánime a bordo sobre el confinamiento. Para muestra las amargas palabras del cocinero, también contagiado y que debe seguir con su labor en condiciones de estrechez a bordo.

Muchas otras personas que acuden a interesarse por las condiciones de la tripulación tampoco conciben que no hayan sido evacuados a un lugar en tierra para la cuarentena. "¿Para qué están la Casa del Mar o los albergues? ¿Y todas las instituciones alrededor de la pesca y que deberían velar por los pescadores?". Ya ocurrió hace meses en el mismo muelle en el caso del Carla, con solo un marinero afectado por el covid-19, y se ha repetido con más barcos de altura y bajura.

Algún marinero opone que en el puerto al menos pueden pasear al sol en ese trecho de abrigo, algo imposible de estar recluidos en una habitación. Cada situación es distinta y es conocido que muchos marineros indonesios, enrolados en diferentes barcos, comparten piso cuando están en tierra.

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Preguntado al respecto por la situación de confinamiento, el gerente del área sanitaria, Ramón Ares, indicó este lunes la obligatoriedad de garantizar que los contagiados no tengan contacto con nadie hasta que las pruebas den negativo, pero que las condiciones no son responsabilidad del Sergas sino del armador y los propios marineros, según su caso particular y familiar. "Non hai ningunha indicación para que sexa no barco —explicaba Ares—, pode ser nun piso, pero o illamento debe ser total e se algún non ten vivenda habitual ou a comparte con máis xente, a alternativa debe buscala o armador".

"A decisión de facer o illamento no barco foi conxunta entre o armador e os mariñeiros", apostilló Ramón Ares. Los armadores confirmaron la situación de baja laboral de la tripulación y dicen que para la empresa también hubiera sido mejor desalojar el barco pero creen que no todos pueden confinarse fuera en buenas condiciones. "Aquí están cerca do hospital e ante algún problema deseguida se vai alí facer unhas placas ou recibir atención", decía Ramiro Expósito, uno de los armadores junto a José Míguez y Fanego.

SEGUIMIENTO. Respecto al seguimiento de los positivos a bordo, que suscitó quejas entre algunos tripulantes, Ramón Ares, indicó que tras la evaluación de los afectados, "o seguemento de todos os positivos faise todos os días polos médicos de atención primaria. O máis estreito, desde o Hula, non foi necesario".

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