La llegada de Sus Majestades de Oriente a la comarca está garantizada, porque el covid no podrá con la ilusión de pequeños y grandes, aunque lo que será más difícil será ver este año en directo a Melchor, Gaspar y Baltasar. Un problema que no tendrán los niños de Vilaronte, pues los reyes tendrán con ellos una deferencia al ser la parroquia focense la que acoge la cabalgata más antigua de la provincia, que se celebra de forma ininterrumpida desde 1964.
Por ello, los Reyes Magos volverán este año a la localidad, aunque lo harán bajo estrictas medidas de seguridad y con muchos cambios respecto a otras ediciones. La primera es que viajarán sin pajes en la carroza, donde guardarán las medidas de seguridad entre ellos, además de portar mascarilla.
Solo un rey, por turnos, se encargará de entregar el regalo a cada niño de forma individual, siguiendo el recorrido que han preparado desde la asociación cultural y recreativa O Castro, la encargada de organizar la cita y que este año ha apostado porque sean Sus Majestades las que desplacen para evitar las aglomeraciones.
Así, la comitiva, que irá en una carroza tirada por un tractor, saldrá a las cuatro de la tarde del local social, haciendo paradas fijas en Mañente, A Espiñeira, A Rúa y la iglesia, a las que se sumarán otras en las casas de los niños que pillen de paso. Tras la entrega, la desinfección de manos con gel hidroalcohólico, antes de entregar el siguiente obsequio, que es probable que acompañen con una bolsa de chuches para los niños.
58 EDICIONES. Con ello, Vilaronte mantendrá su tradición más entrañable y que llega a las 58 ediciones en este 2021. Una fiesta que arrancó el 5 de enero de 1964 con una primera recepción en el atrio de la iglesia, tras hacer Sus Majestades la adoración al belén instalado en el templo.
Un aspecto este último que se mantiene, aunque la comitiva ha evolucionado en cuanto a medios de transporte, porque a los caballos con los que llegaron los primeros años se ha pasado ahora a una impresionante carroza tirada por un tractor, en la que cada edición van incluyendo mejoras para hacerla más espectacular.
Emoción. Un contacto directo que hacía que mucha gente de toda comarca acudiera a Vilaronte. "Ver as caras de emoción é impresionante", recuerdan en la directiva, lo que les llevó a apostar por mantener la actividad este año.