Una reunión pondrá sobre la mesa algunas restricciones en As Catedrais tras el accidente

Costas y Concello mantienen un conflicto larvado con la Xunta por las competencias de la playa

Un grupo de turistas, delante de una de las cuevas de la playa donde se prohíbe el acceso. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Un grupo de turistas, delante de una de las cuevas de la playa donde se prohíbe el acceso. JOSÉ Mª ÁLVEZ

La playa ribadense de As Catedrais se reabrió este lunes sin ningún problema y unas 600 personas pasaron por el arenal, muchas de ellas desconocedoras de lo que había pasado el sábado. La jornada fue muy tranquila en el enclave pero no a nivel de despachos, donde se inició un conflicto de competencias que había permanecido larvado desde el sábado porque lo primero de todo era prestar atención a los familiares de la víctima, Irene Baladrón, que tras ser incinerada en Lugo su familia trasladó sus restos ya a Laguna de Duero, en Valladolid.

Sobre la arena y las rocas de la playa apenas comentarios de lo que había sucedido el pasado sábado y muchos visitantes de Asturias, País Vasco o Portugal, aunque casi todos los recovecos que conforman la playa de As Catedrais permanecían cerrados con cintas para que la gente no pudiese acceder a su interior.

En los despachos se preparaba una reunión que se celebrará este martes de la que seguramente saldrán algunas propuestas de restricciones de las visitas a distintas zonas de la playa. Además, en ella podrían salir a flote grandes diferencias surgidas ayer en torno a las competencias en la playa. Unas diferencias que enfrentaron, aunque no públicamente, a la Xunta con Costas y el Concello.

La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, afirmó que las competencias de su departamento en la playa se limitan a establecer cuánta gente puede visitar la playa, las 4.812 personas al día, pero que una vez en la playa la seguridad y la atención sanitaria son una cuestión que depende exclusivamente de la Dirección General de Costas y del Ayuntamiento de Ribadeo a nivel de señalización. Ninguna de esas entidades se quiso pronunciar ayer al respecto.

Beatriz Mato asumió para la Xunta la única competencia del control de acceso a la playa en verano y Semana Santa

La conselleira de Medio Ambiente salió este lunes al paso de algunas declaraciones realizadas por diversos geólogos, como el catedrático de Geografía Física de la USC Pérez Alberti, quien aseguró a Europa Press que se había advertido expresamente a la Xunta del peligro de la playa de As Catedrais por la naturaleza inestable de sus acantilados. Beatriz Mato lo desmintió totalmente y asegura que «ninguén» hizo ninguna advertencia y que en el plan de gestión ambiental del arenal de 2015 se indicaba que era necesario realizar análisis del estado del arenal cada cinco años, pero que ellos se adelantaron y realizaron uno en septiembre de 2017.

Aún así, adelantó que a raíz de lo sucedido «pedimos un informe complementario á Universidade de A Coruña, e non xa de xeólogos, senón de enxeñeiros de Camiños que presentaremos tanto á Dirección Xeral de Costas como ao Concello de Ribadeo para que o teñan en conta».

La Sociedade Galega de Historia Natural avisó por escrito a la Xunta en octubre de 2014 del peligro en As Catedrais

Mientras la conselleira hacía esas declaraciones, la Sociedade Galega de Historia Natural hizo público un documento que entró en la Xunta por Registro el 10 de octubre de 2014 en el que advertía de lo que estaba sucediendo en el que sus geólogos indicaban cuestiones como esta: "Como consecuencia da dinámica climática global e dos propios procesos evolutivos dos materiais xeolóxicos, detectáronse nos últimos anos caídas de pedras provenientes dos arcos e columnas pétreas, a estabilidade das cales podería estar comprometida". También hicieron ver que el hecho de que un espacio como la playa se incluya en el Dominio Público Martítimo Terrestre, dependiente de Costas, pero en este caso gestionado por la Xunta "plantexa un conflito competencial non abordado que carece dunha mínima análise xurídica".

En referencia al plan elaborado por la Xunta, la Sociedad Galega de Historia Natural, explican que con respecto a los elementos más identificativos del arenal, sus arcos, dicho plan tenía también deficiencias importantes: "A singularidade destes elementos e a súa preservación a curto ou medio prazo debe pasar por unha análise sobre a estabilidade dos distintos elementos, identificando os problemas que inciden sobre eles, os posibles riscos, os efectos que poderían repercutir no uso público do espazo, e as medidas concretas para asegurar a súa preservación e estabilidade". Reclamaban igualmente menor cantidad de gente visitando la playa de la finalmente establecida de 4.812 personas y estudios más frecuentes de la evolución geológica del enclave.

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