La residencia de discapacitados de Celeiro, en pausa al faltar una cesión

Dos años después del acuerdo, el Estado aún no envió el permiso a Aspanane para el centro
RUEDA DE PRENSA DE REPRESENTANTES DE ASPANAME DE VIVEIRO PARA RECLAMAR UNAS VIIENDAS EN LA SEDE DE LA ESCUELA DE IDIOMAS- FOTO JM ALVEZ
photo_camera Adela Agrelo, Elena Santos, María Carmen Alonso y Julio Peña. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El documento de cesión del antiguo colegio de Celeiro, que debe firmar el secretario de Estado de la Seguridad Social, Israel Arroyo Martínez, parece haber caído en el olvido del Ministerio de Trabajo porque dos años después de alcanzarse el acuerdo, el papel que acredita dicha situación sigue sin aparecer. Su falta impide el traslado de la escuela de idiomas a dicho inmueble y la creación de una residencia de discapacitados intelectuales en las instalaciones que ahora ocupa el centro educativo. 

Los responsables de la Asociación de Pais e Nais de Nenos e Adultos con Necesidades Especiais (Aspanane) de Viveiro y su comarca tienen desde hace año y medio confirmación verbal de la cesión, pero la documentación no ha llegado a sus manos. Esto impide sacar a concurso las obras necesarias para hacer realidad un proyecto de primera necesidad para el colectivo. 

La directora de Aspanane, Elena Santos Cociña, asegura que tanto el Concello como la Xunta e incluso la subdelegada del Gobierno tienen buena disposición, pero a la vista de la situación parece que eso no basta. La alcaldesa espera desde hace dos meses una cita con el responsable ministerial, según les comentó a los directivos de la asociación, quienes se preguntan: "canto tempo máis temos que esperar?". 

SIN PLAZAS EN LA ZONA. Santos recalca que "a raíz do covid-19 a necesidade é cada vez maior, os usuarios van quedar orfos porque os pais ou os avós cos que viven están xa moi maiores e non poden seguir coidando deles", precisa. La directora de Aspanane recuerda que en el área occidental de A Mariña no hay ninguna residencia de este tipo, pero tampoco cuentan con plazas libres los centros existentes en la comunidad de Galicia. "Se xorde unha urxencia non hai onde enviar a unha persoa". Hace años acogieron a alguno de sus usuarios en las residencias de Ourense, Mondoñedo y A Coruña, pero en este momento no disponen de plazas. 

Los directivos de la asociación Adela Agrelo, Julio Pena y María Carmen Alonso ratifican que "algunha familia ten verdadeira urxencia. De feito, xa foron ao Concello de xeito individual para que axilicen a creación da residencia", explican. La diversidad de las viviendas de las familias de los usuarios hace que muchos inmuebles no sean idóneos, debido a la movilidad reducida de algunos y también por estar situados en aldeas, lo que agrava la convivencia. 

El proyecto diseñado estimaba que podrían crearse entre 25 y 30 plazas residenciales de válidos o asistidos, que además tendrían atención en el centro de día y en el ocupacional gestionados ambos Aspanane. El de día ocupa la planta baja del inmueble que comparten en Lavandeiras con la escuela de idiomas y ya cuenta con cocina y comedor, lo que supondría una reducción de costes a la hora de dotar la nueva residencia al poder compartir esos servicios. 

La burocracia dilata sin embargo el proyecto e impide iniciar las obras de adecuación de las instalaciones de la futura residencia, que se ha convertido en una "necesidad imperiosa, porque na Mariña non hai eses recursos", indica Elena Santos, quien recuerda que el exconselleiro de Política Social Rey Varela era consciente de esa necesidad y ya había dicho que había que crear un centro de ese tipo en la comarca mariñana. "É incríble que por falta dun papel esteamos empantanados", aseguran los directivos, que por lo demás alaban la buena disposición de Ayuntamiento, Xunta y Diputación.

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