Unos repuntan y otros tiemblan

El coronavirus está poniendo a algunos sectores al borde del precipicio, como le sucede a las tiendas de ropa, que acusan la anulación de eventos y fiestas. Mientras, a otros como el de las mueblerías les va viento en popa y cerrarán un año más que positivo
DUEÑO DE IGLESIAS MUEBLES EN LA CALLE PASTOR DIASZ DE VIVEIRO- FOTO JM ALVEZ
photo_camera Ánxel Iglesias posa en su mueblería en Viveiro. JM ALVEZ

Las crisis sociales y económicas suelen dejar a algunos segmentos de la población bastante tocados, mientras que otros no sufren tanto e incluso acaban creciendo mucho. Este ejemplo podría trasladarse a dos sectores cuyas ventas están respondiendo al covid-19 de manera opuesta.

Mientras las mueblerías sudan para satisfacer la demanda de su clientela, las tiendas de ropa ven el futuro con muchas dudas y se preparan para un campaña de invierno que predicen poco halagüeña debido a la ausencia de cenas de empresa y a una Navidad, con suerte, a medio gas.

"El futuro se presentaba muy complicado viendo las ventas de las dos últimas semanas, pero ahora con el cierre perimetral, creo que va a ser todavía peor", resume Antonio Díaz Rollán, propietario de La Flor Abulense, en Viveiro. "Van ser moi complicados os próximos meses, pero tocará sobrevivir", responde Miguel Flórez, dueño de Nora Moda y presidente del CCA de Burela.

"Septiembre y algo de octubre fueron más o menos en la línea de todos los años, pero ahora las ventas cayeron en picado, noviembre va a ser malo y diciembre no sé cómo será", añade Susana Fernández, de la ribadense Naná.

La ausencia de reuniones y la perspectiva de un nuevo confinamiento retrae mucho las compras en el sector textil. "Las fiestas influyen mucho, porque a todos nos gusta comprar para ellas. No va a haber cenas, la gente no va a salir en Navidad y para esas celebraciones no vamos a vender nada. Sale algún producto que es necesario y poco más", señala Díaz Rollán.

Entretanto, desde Nora Moda apuntan que "moita xente diche que para estar na casa non van comprar e, pensándoo ben, teñen razón. Confinándonos xa nos rematan, pero mellor que sexa este mes, porque novembro sempre é baixo e sen as ceas de empresa, máis. A ver se mellora a situación e nos deixan traballar en decembro para recuperarnos un pouco cos regalos", comenta Flórez.

Precisamente en las compras navideñas basan su esperanza en Naná: "Ya estoy pensando en los regalos de Navidad porque creo que en estas semanas vamos a vender muy poco. Tenemos ropa de calle y de ceremonia, así que menos mal que en esta época la de ceremonia se compra a última hora y no me tuve que comer esa mercancía. Si tuviese solo de ceremonia tendría que cerrar".

CIERRE PERIMETRAL. En Viveiro y Burela creen que van a notar mucho este nuevo cierre perimetral: "Puede que el 50% de nuestra clientela sea de fuera de Viveiro y si la gente de Ortigueira, O Vicedo, o Xove no puede entrar, estamos fastidiados. Y los de aquí, al estar todo el ocio cerrado, creo que van a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. Empieza a hacer frío y a lo mejor te hace falta una cazadora o quieres unas sábanas de invierno, pero si casi no puedes salir de casa, no vendrás".

Estas malas previsiones caen como una losa tras una campaña de verano en la que solo pudieron capear el temporal. "En xullo empezaba a repuntar un pouco todo, pero de repente péchante e nótase moito. Non sei canto baixaron as vendas, pero ao mellor estivo por un 70 ou 75%. Este ano ía haber moito evento e eu tiña sábados de 10 vodas, pero este ano celebráronse moi poucas e as que o fixeron foi con moitos menos invitados. E nas comuñóns e bautizos, similar. É moita xente que non compra", confirman en Nora Moda.

"En algunos meses la facturación bajó sobre un 40%, que es bastante, y a mayores hay que contar los casi tres meses cerrados. Julio, que siempre es un mes bueno, cayó a la mitad con el brote", concretan en La Flor Abulense. Por su parte, en Naná aseguran que "las ventas para ceremonias en el verano bajaron por lo menos en un 75% y para el otoño no vendimos nada". Aunque Ribadeo continúa abierto, a su comercio le afecta sobremanera el cierre de Asturias. "Tenemos mucha clientela de allá y se nota mucho, sobre todo el fin de semana", se queja.

SITUACIÓN FAVORABLE. Mientras, las mueblerías viven una situación contrapuesta. Son tantos los pedidos que reciben que en ocasiones tienen problemas para cubrirlos. "As fábricas pasaron de servir en 30 días a facelo en 50. Están tendo problemas de loxística e para lograr as materias primas", explica Javier Huertas, de Muebles Huertas, en Lourenzá.

Considera que, "aínda que é fastidiado dicilo", la pandemia le ha venido bien a su sector: "A xente estivo moi tempo na casa e viu que tiña unha serie de necesidades sen cubrir, empezando polos colchóns ou os sofás. Ao estar confinados, a xente aforrou cartos ao non poder saír nin ir de vacacións e creo que os está investindo na casa. Fontaneiros, albaneis ou carpinteiros están agora mesmo saturados de traballo".

Huertas señala que "este ano, con dous meses pechados, e aínda mes e medio para rematar, posiblemente venderamos un 30% máis que o pasado, pero tamén é certo que no sector do moble había moito que non tiñamos unha melloría así", afirma el vilego.

En una línea similar se pronuncia el vivariense Ánxel Vázquez Iglesias. Aunque reconoce el buen momento, prefiere ser cauto. "La gente se puso a ordenar las casas y creo que ha habido un cambio de mentalidad en cuanto a dónde gastamos el dinero. Es tiempo de invertir y hacer acogedores nuestros hogares. Mi sensación es que el sector ha remontado y se ha colocado donde le correspondía, porque veníamos de estar hundidos 12 años tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Estábamos por el suelo y ahora no nos vamos a hacer ricos, aunque es cierto que comparándonos con otros, no nos podemos quejar», valora.

En su caso, además, el buen momento de colchonería y tapicería contrasta con el bajón en otras divisiones de su negocio: "Tengo una sección de iluminación y alfombras y otra de artículos de viaje, que era una de las punteras de la tienda, y están hundidas".

PRODUCTOS ESTRELLA. Todos confirman que los productos estrella son los sofás y los colchones. "A xente parece que está prestando máis atención á casa e o máis demandado está sendo o tema do descanso", indica Yolanda García, socia de Muebles Almayo.

"Excepto los armarios, que creo que es por una cosa de orden, lo demás es fácil de detectar. Suben las ventas en todo lo que ‘sufrimos’: sillas, sofás o colchones. Buscamos el confort y luego no gastamos en lo que no tocamos, como cuadros o lámparas", analiza Iglesias. Y matiza: "Nuestro sector no es como otros, porque el cliente al que le vendes un colchón o un sofá, no vuelve en 15 años".

En un segundo plano se encuentran los escritorios y las sillas, que también han crecido gracias al teletrabajo. "Cadeiras e escritorios vendemos moitos", constatan desde Muebles Huertas. "A xente, para teletraballar, decide amoblar esa estancia que non usaba", corroboran en Almayo.

Al contrario de lo esperable, el hecho de que algunos propietarios de segunda vivienda hayan decidido quedarse más tiempo en la comarca no ha influido en las ventas. "La segunda vivienda se ha desplomado. Salimos como cohetes en mayo y junio con la gente de aquí, pero el cierre desproporcionado de julio nos fundió. Los veraneantes no gastaron e hicimos el peor agosto en 30 años, por debajo de septiembre. Parece increíble", desvela Iglesias.

En Almayo tienen una sensación similar, "aínda que algúns si que van preparando as súas casas para estar máis tempo", y en Huertas apuntan que "teremos un 25% de clientes de fóra".

APOYO AL COMERCIO LOCAL. En las mueblerías están muy contentos con el apoyo de la comarca. "Hemos notado mucho la solidaridad de la gente de la comarca y del Ortegal. Han querido comprar aquí y defender su comarca, algo de agradecer y valorar", manifiesta agradecido Ánxel Vázquez.

"A xente cada vez se anima máis a investir no pequeno comercio. Houbo un tempo que se ía a Ikea, pero esa mentalidade está cambiando", indica Huertas.

Esto último también lo están notando en tiendas de ropa. "A xente está concienciada e notouse que non se vai tanto aos centros comerciais", comenta Flórez.

De todos modos, algunos trabajan en llegar a la red. "Voy a sacar en breve la tienda online y espero que funcione para Navidad. Es el futuro", sentencia desde Naná.

Comentarios