¿Qué fue de... Águeda Barcia, expresidenta de o Vencello de Burela?

Está deseando quitarse la mascarilla y recuperar el tiempo que la pandemia le robó, en su caso muy relacionado con el IES Monte Castelo, donde fue profe de Bioloxía
Águeda Barcia. EP
photo_camera Águeda Barcia. EP

Llegó con ocho años a Burela, donde sus padres tuvieron escuela. Un camino, el de la docencia, al que parecía predestinada aunque al principio no parecía entusiasmarla, pero que finalmente la enamoró y por sus clases pasaron un montón de alumnos que recuerdan entusiasmados su pasión por la Bioloxía. "Ellos se acuerdan de mí y yo de ellos", cuenta, mientras suspira porque nos podamos quitar la mascarilla y recuperar el tiempo perdido, en su caso muy vinculado aun al IES Monte Castelo, donde impartió clases.

Sin nombre

Además de sentar cátedra en el aula, lo hizo en el pasado reciente de Burela, pues fue durante su mandado como presidenta de la asociación de vecinos O Vencello cuando se gestó y consiguió la segregación del Concello de Cervo y Burela pasase a ser ayuntamiento independiente. Una separación que se hizo efectiva en 1995 aunque "parece que fue ayer".

Y así, cercano, recuerda Águeda como fue el proceso. "Surgió prácticamente en la primera asamblea que hizo la asociación cuando tomó las riendas la nueva directiva. Las asambleas se hacían en el entonces Cine Mon, que siempre se llenaba y no era un sitio pequeño", asevera.

Una entidad que asumió el clamor de buena parte de los bureleses. "Nos pusimos en contacto con un bufete de abogados de A Coruña que nos marcaron lo que teníamos que hacer, entre otras cosas un estudio socioeconómico", asevera. Un trámite al que se sumó una recogida de firmas, "para lo que necesitábamos la mayoría de los censados con derecho a voto más uno", que fue quizás lo más engorroso, pues "había que tener cada firma ante notario y cada semana iba un grupo de personas", cuenta la expresidenta, recordando que algunos roces se vivieron entre los vecinos "e incluso entre los matrimonios, uno de Burela y otro de Cervo", señala.

Sin nombre

"La gente lo estaban deseando y por eso funcionó", dice en relación con el tiempo en que se consiguió la segregación. "Fue rápido, antes que nosotros empezaron los de A Illa para segregarse de Arousa, pero lo conseguimos nosotros antes", reconoce Águeda, para quien "yo pienso que fue algo bueno".

 "Fue un trámite rápido; de hecho, empezamos después de los de A Illa con Arousa y lo conseguimos antes"

La docencia ocupó gran parte de la vida de Águeda Barcia, hasta el punto de que muchos de sus alumnos pasaron ya a la categoría de amigos. Unos estudiantes a los que no dudaba en sacar fuera cuando el día era bueno y a los que descubrió el área geológica de Perdouro, "donde se pueden ver los tres tipos de rocas juntos, que es algo difícil de encontrar", manifiesta. Una zona sobre la que ya había varios estudios pero que contribuyeron a impulsar y ahora está tremendamente orgullosa de que se haya convertido en una atracción turística para dar a conocer la localidad, con visitas guiadas, "que el geólogo Fran Canosa explica de maravilla".

"Complementaban las clases con salidas al aire libre, incluso los sábados, algo difícil de realizar hoy en día"

Una zona a la que llegó a llevar a la vez a sesenta estudiantes, algo impensable hoy en día, como las salidas que hacían los sábados en los coches particulares de los profesores. "Eso cambió todo", dice, recordando que su vinculación con el centro en el que dio clase siguió tras la jubilación hasta que llegó la pandemia. "Iba todos los días a tomar café o acompañaba en las excursiones cuando había intercambios", cuenta la docente, que también estuvo vinculada a la asociación micológica local y a la que le gusta bañarse en el mar en el municipio en el que se siente feliz: "Vivo en un pueblo lo suficientemente grande como parte tener un poco de todo, pero al que puedo ir andando a todos los sitios".

CURRÍCULO
Fue durante su mandato como presidenta de la asociación de vecinos O Vencello de Burela cuando se fraguó la segregación de Cervo. Como docente fue la impulsora de la zona geológica de Perdouro, donde se observan los tres tipos de rocas, convertido ahora un atractivo turístico, con ruta guiada

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