Un grupo de belenistas, integrado por Chis, Malena, Lino, Cova, Jesús, Fina, Celia y Reme, cogieron el año pasado el testigo de montar el belén de la iglesia parroquial de Santa María de Lourenzá, que este año se ubica en la capilla de Valdeflores.
Se trata de un pequeño tesoro en si mismo, que cuenta con figuras de gran calidad, algunas de los años 40 y otras del siglo XIX, además de otras en movimiento. Hay figuras que proceden del antiguo convento benedictino y otras las compró el sacerdote César Chavarría Pacio al herrero y artesano Lorenzo Molejón, de A Devesa, que se dedicaba a hacer figuras para belenes. "É un belén grande con figuras que teñen entre 30 e 55 centímetros e son dunha gran beleza e dun traballo de escultura impecable", explica Remedios Gallo, una de las integrantes del grupo de belenistas y también presidenta de la asociación Patrimonio Laurentino.
En el belén puede verse la Anunciación, "unha figura excepcional que ten luz incorporada", y el pesebre rodeado de pastores y ubicado cerca del río, por donde discurre agua continuamente y a cuyas orillas hay plantaciones naturales de trigo y de lentejas, "que medran cada día". También está representada la población hebrea y el castillo de Herodes. Las figuras que están dotadas de movimiento son el herrero, el panadero, los serradores y el molino, además del agua de propio río. "Estas figuras con movemento foron feitas por Beto e Gonzalo, as dúas persoas que se encargaban antes de montar este belén", explica Gallo, que subraya que este año el nacimiento incorpora una palmera "feita con fío, cartón e papel e con luz incorporada duns 40 centímetros, que é preciosa". Además, los belenistas trabajan en una sorpresa que esperan poder incorporar la próxima semana y que está muy vinculada a la vida cultural laurentina.
El belén está abierto desde mediados de este mes hasta el próximo domingo día 8 incluido. "Hai unha persoa que está pendente da xente que visita o belén instalado na praza e sempre pregunta si alguén quere visitar o da igrexa e ábrese para que podan velo", explica Gallo, que indica que los belenistas se decidieron a instalar este belén para colaborar con el párroco, Xosé A. Miguelez.
