Un particular solicitó permiso a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para continuar con la concesión que le permite mantener una pequeña instalación acuícola en Riotorto. La adquirió en 1998 y se trata de una pequeña granja para crías de trucha, de carácter familiar.
La solicitud se publicó este miércoles en el boletín oficial de la provincia de Lugo.
Ya apenas quedan actividades acuícolas en la zona, por lo que aunque ésta sea de pequeño calibre, los vecinos consideran que ayudará a mantener el río y evitar el abandono de instalaciones similares.
Cabe recordar que hubo piscifactorías de mediano tamaño y capaces de dar empleo a varios operarios en A Pontenova y en San Tirso que acabaron cerrando.
El permiso solicitado por este particular a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se refiere a una instalación muy pequeña.
Además se trata de un trámite meramente administrativo, ya que es necesario renovar la concesión cada cierto tiempo, presentando de nuevo un proyecto e incluso una fianza.
Para la vecindad, es una buena noticia el hecho de que se pida este permiso porque de este modo, se evita el tener que ver instalaciones acuícolas abandonadas en ríos de la comarca.
Vecinos y pescadores recuerdan también la falta de truchas en los cauces motivada entre otras razones por el abandono de los ríos y también por la presencia de animales que las depredan, como la nutria e incluso el cormorán.
