La oferta comercial hace de Foz un referente, ya que a los negocios de toda la vida se suman nuevas aperturas, que permiten llegar a todo tipo de clientes. Un ejemplo es el sector de la moda, con establecimientos como La Flor Abulense, que abrió hace treinta años, e Isla, que ayer celebró una semana de su apertura.
Al frente de esta moderna tienda de ropa y complementos ‘low cost’ de mujer está Andrea López Muíño, quien apostó por un establecimiento "que cogiera desde los 12 años de mi hermana, a mis 21 y los 43 de mi madre, con tallas desde la XS a la XXL". El estreno ha sido "muy bueno" y "está saliendo muy bien todo, incluso los bañadores, que pensé que la gente iba a esperar más", cuenta la propietaria, que sabía el riesgo que asumía al abrir un local en esta época, "pero era ahora o nunca".
Mientras unos se abren camino, otros cuentan ya con una clientela fiel y consolidada. Es el caso de La Flor Abulense, fundada en 1991 por los hermanos Díaz Rollán. Crispín atiende el establecimiento focense, que ofrece moda de señora y caballero, y ropa de hogar. Un negocio en el que el truco es "trabajar y trabajar" y en el que lo mejor es el contacto con la gente. Una clientela "de toda la vida", de la que estuvieron alejados por el cierre de la pandemia y que por suerte van regresando, aunque falta algo de la alegría de antes. "Ropa de fiesta no se vendió", afirma el responsable de un local, que casi agotó los pijamas.
Una década lleva ya en Foz la nutricionista Alba Vila, que a las consultas presenciales suma una tienda con una amplia gama de productos de alimentación, de dieta, específicos para diversas patologías y de cosmética natural. Artículos dirigidos a públicos de todas las edades con una inmensa variedad "que nos llevó a tener que cambiar de tienda para contar con más espacio", afirma la dietista, encantada con una clientela "que es muy fiel y que se portó fenomenal con nosotros en pandemia".
Desde octubre Foz tiene un nuevo local de venta de coches usados, MC Automotive
Catorce años con el Dandy lleva María Chao, un local con menú del día diario, también para llevar, al que de viernes a domingo suma las parrilladas de carne, una de sus especialidades junto con el arroz con bogavante, "que sale mucho sobre todo en el verano", cuenta la propietaria. Los cierres y las restricciones perjudicaron a un sector, obligado a innovar, en su caso adecentando el amplio comedor para los cafés de mañana, para mantener la distancia.
Desde octubre Foz tiene un nuevo local de venta de coches usados, MC Automotive, del que es responsable Miguel Cayón, que atesora experiencia de años en el sector. Ofrece coches casi a la carta, "en función do que queira o cliente e do seu orzamento" y los hay nacionales, de importación, de stock, aunque lo más vendido es el vehículo de gama media alta con mucho equipamiento, afirma el propietario de un negocio en alza, donde todos los vehículos se ofrecen con garantía y tiene taller mecánico de referencia.
La atención y el dedicarle el tiempo que necesita cada coche es la filosofía de Francisco Javier López, al frente de Multimarca Jaemi, un taller de reparación mecánica, venta de neumáticos y accesorios, que abrió en 2003. Un local desde donde animan a la gente a hacer una revisión de sus vehículos, pues "pasar tempo sen andar afecta á presión dos neumáticos, poro tamén ao líquido de freos e os filtros, polo que necesitan unha posta a punto", gratuita en algunos casos para sus clientes, que en el caso de Jaemi son tanto los locales "de toda a vida" como la gente de fuera, «que volven, e traen amigos», fruto, dice López, "da calidade e bo servizo".
