La Consellería de Medio Rural recibió 1.199 solicitudes para plantar patatas en los nueve municipios de la provincia de Lugo que actúan como zona tampón dentro de las medidas establecidas por la 
Administración autonómica para controlar y erradicar la plaga de la polilla guatemalteca que afecta a este cultivo. De la cifra total, 853 se corresponden a municipios de A Mariña en los que están permitidas las plantaciones —A Pontenova, Lourenzá, O Valadouro, Ourol, Ribadeo y Riotorto— y las restantes 346 pertenecen a A Pastoriza, Abadín y Muras, los tres municipios de Terra Chá que se encuentran en la misma situación. En total, la superficie que se declaró que se dedicará a estas plantaciones asciende a 540.477 metros cuadrados: 331.442 en A Mariña y 209.035 en Terra Chá. Los concellos con mayor superficie declarada son A Pastoriza, con 178.569 metros cuadrados; Ribadeo con 114.753 y A Pontenova con 71.466.
Estos municipios actúan ahora como barrera fitosanitaria frente a la polilla después de que en su territorio no se haya registrado la presencia de este organismo durante los últimos dos años. La prohibición de plantar patatas se levantó en A Pontenova, Ribadeo, Lourenzá, Riotorto, O Valadouro y A Pastoriza, a principios de este año, mientras que en Ourol, Abadín y una franja de cinco kilómetros limítrofe con concellos infestados en el municipio de Muras ya se permitió el año pasado.
La consellería mantendrá en estas zonas un seguimiento exhaustivo de los cultivos y todas las medidas de control y vigilancia previstas en la legislación con el objetivo de controlar la expansión de la polilla. Precisamente la presentación de las solicitudes en las que se declaran los cultivos y la superficie destinada a los mismos es la primera medida de control para que los técnicos tengan localizadas todas las plantaciones.
En la provincia de Lugo solo se registran ahora mismo municipios infestados en A Mariña: Alfoz, Barreiros, Burela, Cervo, Foz, Mondoñedo, Trabada, O Vicedo, Viveiro y Xove. En todos ellos se mantienen vigentes las medidas sanitarias establecidas en marzo de 2017 cuando se detectó la plaga y empezaron a tomarse medidas para su control. Así, además de la prohibición de plantar la patata se prohibe la salida del tubérculo. Está permitido el paso por estos municipios para el transporte de la patata, pero debe hacerse con un vehículo totalmente cerrado con una estructura rígida o con una lona protectora.
