Una mañana que recordó al confinamiento

El parón de actividad en las localidades de la comarca, pero sobre todo en las de costa, fue prácticamente total ▶ El cierre de los supermercados, o incluso de los bancos, hizo que las calles quedasen tan vacías como en abril de 2020
Huelga general en A Mariña. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Huelga general en A Mariña. JOSÉ Mª ÁLVEZ

El seguimiento de la huelga fue masivo. Los sindicatos los cifraron por encima del 90%. "A folga está sendo un éxito de participación", reconocían a media mañana, "hai un apoio masivo entre os comerciantes e hostaleiros, os polígonos industriais están totalmente pechados e non hai movemento". Y así era, porque la mayor parte de los negocios amanecieron cerrados en toda la comarca.

Algunos ejemplos de este paro prácticamente total, sobre todo por la mañana porque por la tarde si que abrieron negocios y también los supermercados, estuvieron en Viveiro, Burela, Ribadeo o Foz, las principales localidades de la comarca, pero también en concellos más pequeños como el de Barreiros.

Las calles comerciales de Foz, Álvaro Cunqueiro y Avenida da Mariña, eran un desierto y durante la mañana solo pudieron verse algunos peatones, con la tónica general de persianas bajadas. También en los colegios o el centro de salud bajó la actividad.

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VIVEIRO. Las rutas que realiza Autobuses Viveiro para el transporte escolar se prestaron con servicios mínimos. Se trata de recorridos integrados en los que este miércoles no viajaron otras personas y solo dos o tres estudiantes por itinerario, según indicaron desde la empresa. Algunos vecinos se quejaron de que no se fletasen autobuses para acudir a la manifestación de Burela al no contar con medios para desplazarse durante la jornada.

El centro de salud vivariense funcionó al ralentí atendiendo únicamente citas concertadas con antelación, incluso de vacunación. Las farmacias del concello vivariense sí estuvieron abiertas para atender posibles urgencias. Con mínimos trabajaron en el Concello vivariense, la Jefatura Territorial de Mar, ubicada en Celeiro y donde solo atendieron a dos personas con cita previa, o los juzgados de, con servicio de guardia.

El comercio y la hostelería secundaron el paro en su práctica totalidad, salvo contadas excepciones, como un estanco de prensa de la avenida de Cervantes, dado que también cuenta con el servicio de paquetería urgente de Seur.

El movimiento fue escaso y cuantos salieron a la calle lo hicieron para pasear, puesto que ni podían tomar un café ni realizar compras, incluso las entidades bancarias cerraron en solidaridad y solo atendieron urgencias.

RIBADEO. En Ribadeo la localidad amaneció prácticamente desierta y con su actividad reducida poco menos que a cero a pesar de que incluso había mercado semanal. Hasta allí se desplazaron los primeros piquetes informativos que hablaron con los pocos vendedores que acudieron a la cita. Durante la mañana, en el resto del pueblo abrieron sobre todo las tiendas de ropa y algunos otros establecimientos aislados. Solo abrió un supermercado por la mañana, el Lidl, en la zona de Vilar. Por lo demás, funcionaron tiendas como panaderías, o quioscos y algunos bares pero pocos.

Durante la tarde Ribadeo recuperó bastante actividad y retomó el pulso después de una jornada que fue muy tranquila. En la jornada anterior, el martes, se había extendido el rumor de que se produciría un corte en el puente de los Santos, algo que finalmente no se hizo con lo que no hubo ningún problema.

Asimismo, las tiendas que abrieron y tuvieron la visita de los piquetes informativos también apuntaron que no tuvieron ningún tipo de problema con ellos y que se limitaron a exponerles los motivos de la huelga y a solicitarles su apoyo.

Uno de los comerciantes que cerraron su tienda, José Ramón Leal, de Terra Branca, que además es directivo de Acisa, dijo que había tomado la decisión global de cerrar "porque creemos que se está luchando por una causa justa". Y aunque admitió que en algunas ocasiones la coyuntura económica "nos impide cerrar aunque realmente quisiéramos hacerlo, entendemos que esta vez sí que había que mostrar un apoyo decidido". En ese sentido indicó que algo que debe de ser tenido en cuenta es que "las manifestaciones, para que tengan éxito, no pueden ser repetitivas, y esta no lo fue, y eso creo que es una de las claves del éxito que tuvo".

También se mostró satisfecho de comprobar que "por lo menos por la mañana el apoyo fue casi unánime, e incluso las grandes superficies, que siempre les cuesta más, también apoyaron este paro". También subrayó el hecho de que "no se produjo ningún incidente, y es algo de lo que me alegro".

BARREIROS. La localidad y su polígono parecían un pueblo fantasma este miércoles por la mañana, con muy contados establecimientos abiertos como era el caso de la farmacia, donde Mónica Carreiras comentaba que había menos movimiento del habitual y que apoyaba la huelga. "Todos os postos de traballo que se poden perder, que ademais son bos empregos, acaban repercutindo en toda a comarca ", señalaba.

Dos de los pocos vecinos que se veían por la calle eran Gonzalo Sánchez y Ana Pena. "Sen pelexar non se consegue nada e hai que loitar porque esta zona está moi abandonada, non hai xente que mire por ela e a xente nova necesita traballo e un salario decente", comentaba el primero, partidario de hacer huelga no de un día, sino "de quince polo menos" para conseguir los objetivos marcados.

Los dos criticaban que empresas de la zona que reciben subvenciones públicas después cierren sin más. "Está ben que lle dean axudas ao que está empezando, pero se unha empresa ten unha subvención non pode pechar despois de coller os cartos", razonaba la vecina. "Non tiñamos que chegar a estes extremos, se houbera quen levara a cousa como hai que levala ", lamentaba sobre la falta de implicación política que aprecia.

NEGOCIOS. Un negocio muy concurrido cualquier día es el restaurante O Asador, este miércoles cerrado. Su propietario, Pepe Fernández, señalaba que muchos trabajadores afectados por los cierres son también clientes suyos. "Hai que ter un pouco de solidariedade, para nós pechar é un esforzo pero supoño que os clientes o entenderán porque eles son afectados tamén", dice el dueño de un negocio que sirve decenas de desayunos y menús a transportistas y operarios de todo tipo. "A situación está bastante complicada e para nós agora máis co tema da luz e do gasoil que subiron moito", lamenta.

David Díaz, propietario de Muebles Folgueira, decidió cerrar este miércoles todo el día sus tiendas de Barreiros y Foz. "Decidimos sumarnos á folga para solidarizarnos non só coas empresas Alcoa e Vestas, senón pola situación na que se vería involucrada A Mariña enteira a largo prazo", dice, y amplía esta solidaridad a otros sectores como la construcción, la ganadería o la pesca. "Todos deberíamos manifestarnos por estes sectores ou tamén polo comercio en xeral, que sufriu moito a chegada das grandes áreas comerciais", reseña.

SECTOR PÚBLICO. En el sector público, la Xunta cifró en un 31% el seguimiento en la educación y en un 7,87% en sanidad. En el caso de la administración de justicia cifraron en un 22,5% el personal que secundó la huelga.

Por otra parte en los centros dependientes del Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, el seguimiento supuso un 10,7% del total. En las escuelas infantiles la participación estuvo en el 21%.

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