El fútbol lucense sigue consternado por el fallecimiento el día de Año Nuevo de Rubén Rivas Calaza, de 37 años y natural de A Rigueira, en A Pastoriza, en cuyo cementerio parroquial fue enterrado el jueves.
Rivas había jugado como portero en varios clubes de la provincia, como el Xove Lago, el Lemos, el Foz, la SD Chantada y el Pastoricense, que mostraron su pesar por el fallecimiento del deportista, una persona muy conocida y apreciada. Fue además entrenador de porteros y también ejerció como monitor de pilates.
Rubén Rivas, que falleció al caer de un cuarto piso en Mondoñedo, donde residía desde hace casi una década, estaba casado y tenía un hijo. Su cuerpo fue velado en el tanatorio de Muimenta y el pasado día 2 de enero recibió el último adiós en medio de un profundo pesar.