Lugares con historia para trabajar y vivir

Son sitios con singularidades y encanto que cada vez captan el interés de más personas, a pesar de ciertos inconvenientes como la falta de garajes, viviendas peculiares o problemas de accesibilidad que pueden dificultar el día a día.
Casco histórico de Viveiro. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Casco histórico de Viveiro. JOSÉ Mª ÁLVEZ

Los cascos históricos de ciudades y localidades fueron pasando de ser el origen y centro neurálgico de la vida diaria a ir languideciendo al perder esa actividad y habitantes en favor de las nuevas áreas, más modernas y adaptadas a la vida actual. Sin embargo, en los últimos años parece que su singularidad y su encanto van captando el interés de personas que apuestan por estas zonas para vivir, acondicionar segundas viviendas o instalar su negocio. En este cambio, progresivo aunque lento, también influye la labor de las administraciones que apuestan por revitalizar estas zonas con ayudas y políticas que favorezcan su conservación. En A Mariña, algunos ejemplos de estos cascos históricos son los de Ribadeo, Viveiro y Mondoñedo, que aunque con diferencias entre ellos aspiran a recobrar la vida.

En el caso de Ribadeo, el casco histórico está vinculado al puerto y a la ría y concentra las antiguas casas en calles empinadas que bajan al mar. A partir de ahí se fue creando la villa con nuevas calles que pasaron a tener el protagonismo de la vida diaria. Ribadeo accede a las ayudas de los convenios para áreas de rehabilitación desde el año 2004, periodo durante el que se beneficiaron 270 viviendas. Las ayudas totales concedidas ascienden a 1.812.985 euros. El alcalde, Fernando Suárez Barcia, explica que en los últimos años se remozó mucho la zona histórica. El Concello espera contar con un Plan Especial de Protección e Reforma Interior do Conxunto Histórico (Peprich) en las próximas semanas: "Levamos dez anos tramitándoo e agora conta cos informes favorables".

CASCO VIEJO DE RIBADEO-FOTO JM ALVEZEste instrumento específico determinará las próximas actuaciones, además de las nuevas construcciones y el desarrollo urbanístico de los polígonos, según el regidor, quien señala que las subvenciones favorecen el aspecto residencial. "Son axudas das que noutras partes do concello non dispoñen e tampouco son para os establecementos comerciais. Adoitan ser unha porcentaxe do gasto subvencionable cuns límites entre 12.000 e 15.000 euros por vivenda".

Suárez Barcia considera que cada vez hay más interés por vivir en la zona antigua. "Os que non se foron do casco vello, xa non se van, e hai outros que están vindo para usar como primeira vivenda e nalgúns casos de xente máis pudente, como segunda residencia. Estamos notando un incremento na compra-venda de inmobles, especialmente grandes, para xente con recursos económicos elevados que non vive todo o ano aquí, sobre todo nos ámbitos do casco vello que teñen vistas á ría de Ribadeo e ao porto".

El regidor destaca la política sistemática que promueve el Concello: "Aplicamos o máis que podemos os principios de seguridade, salubridade e ornato para obrigar aos propietarios a arranxar inmobles descoidados ou abandonados, que poden xerar un perigo público. Ao comezo custou, incluso tivemos que sancionar e facer execucións subsidiarias, pero agora estamos moi satisifeitos do importantísimo número de inmobles que se foron rehabilitanto para cumprir os criterios que lles indicabamos. E se non están de acordo, sempre poden vender", resalta.

CENTRO NEURÁLGICO. El casco histórico de Viveiro aún conserva el centro neurálgico de la ciudad. Fue de los primeros de la comarca en acceder a las ayudas de rehabilitación. Actualmente se ejecutan 25 actuaciones subvencionadas dentro de la fase 17 de este programa que cofinancian la Xunta y el Estado por un importe de 247.000 euros. La alcaldesa de Viveiro, María Loureiro, indica que hay "obras en marcha, pero no es el momento en el que hay más intervenciones, aunque existen zonas más abandonadas, pero ahora en la Praza Maior se están acondicionando cuatro casas". En el número de actuaciones también incide el importe de las ayudas, que bajaron en los últimos años, señala la regidora. "La cuantía máxima es de 16.000 euros frente a los 30.000 que hubo en otras épocas, aunque en algún momento eran más bajas, pero cuando suben se nota que los residentes aprovechan para arreglar las casas", comenta.

María Loureiro aprecia interés en vivir en el casco histórico por parte de la población, pero reconoce que "tiene pros y contras. Aunque es uno de los más bonitos de Galicia, tiene incomodidades de accesibilidad y tampoco hay garajes, por lo que hay que buscar aparcamiento externo. La gente se interesa, sobre todo los que heredan casas. A raíz de la pandemia notamos también que están preguntando por subvenciones para rehabilitar casas en la zona rural, aunque el casco histórico siempre es el centro".

Los propietarios acometen la mayoría de las rehabilitaciones y el Concello también actúa cuando están en mal estado y ejecuta de manera subsidiaria algunos trabajos para evitar peligros a la ciudadanía, aunque "el proceso es lento, no se puede actuar de manera inmediata, porque hay que seguir un procedimiento y a veces se requiere permiso judicial para arreglar temporalmente un tejado que corre el riesgo de caer, como ocurrió en la plaza. Primero requerimos a los dueños, se recurre a las multas y a la vía ejecutiva, si es necesario, actúa el Concello. Intervinimos cuando no les localizamos, porque algunos murieron o están en el extranjero. Ahora estamos aplicando el último bando para que acondicionen los bajos y tengan las casas en buen estado. Si no los conservan habrá sanciones para que no se cause perjuicio a un tercero".

Parte de las rehabilitaciones son para segunda vivienda o vacaciones y están impulsadas por personas de mediana edad. "Muchos propietarios rehabilitan creando pisos independientes para alquilar a gente joven. Tenemos demanda de alquileres económicos porque la Xunta compró edificios para rehabilitar, pero hizo pisos pequeños y poco prácticos para familias con hijos, por lo que hay poca gente anotada, por eso ya comunicamos a Vivenda que acondicione los que tiene pendientes de arreglo para familias con dos hijos".

La regidora señala asimismo que la nueva ordenanza que regula el tráfico en estas calles ya incide en un menor tránsito de vehículos y una mayor comodidad para el peatón. La localización en el centro de la principal zona comercial influye en que haya mayor movimiento por la mañana. "Los residentes tienen unas horas determinadas para entrar de manera libre, pero también pueden pedir un permiso excepcional para acceder por urgencias u otras causas. Intentamos consensuarla con todos los sectores, organizándolo sobre todo para los comercios y residentes", explica Loureiro.

PLANES DE ATRACCIÓN. Mondoñedo lleva años trabajando en la revalorización de su casco histórico, consciente de la importancia que tiene para la ciudad porque sigue siendo su núcleo principal para la vida diaria y uno de sus mayores atractivos turísticos.

Desde 1999 se llevan invertido en mejoras 4.292.219 euros, entre las rehabilitaciones llevadas a cabo por particulares, que contaron con el apoyo de ayudas de las administraciones, y la inversión en obra pública. La teniente de alcalde mindoniense, Elena Candia, reconoce que no siempre es fácil mejorar un casco histórico porque hay edificaciones de grandes dimensiones que tiene que cumplir unos requisitos para su mejora, por eso "son precisos estímulos e tamén contar cos candidatos idóneos", es decir, personas que valoren el hecho de vivir o de trabajar en un casco histórico, que en el caso de Mondoñedo está declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y forma parte de los lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Pero para apostar por la vida en un casco histórico también es necesario contar con servicios y comodidades de la sociedad actual. Candia reconoce que la dotación con fibra óptica fue un aliciente importante que atrajo a esta zona a profesionales como abogados o arquitectos. "Tamén se observou que o casco é un lugar axeitado para instalar negocios vinculados directa ou indirectamente ao turismo", reconoce Candia que subraya que en los planes del gobierno local figura captar actividad como posibles tiendas outlet de marcas o el asentamiento de artistas para darle vida al casco dentro de las líneas estratégicas que establece el Plan Rexurbe, por el que el Concello apuesta firmemente. Otro de los planes municipales es captar la atención de personas mayores que busquen un lugar tranquilo para su jubilación creando espacios y viviendas adecuadas para ellos.

Entre los servicios con los que cuenta el casco histórico, Candia destaca el aparcamiento de Casas Novas, acondicionado hace poco y que ya están pensado en la posibilidad de ampliarlo, y los puntos de recarga para coches eléctricos cuya instalación empezará en las próximas semanas después de que la junta de gobierno les concediese la licencia el pasado lunes. "Tamén é preciso mellora o acceso polos Castros e polo Camiño da Valada", matizó la teniente de alcalde.

Mercedes Cabanas ► Propietaria de una tienda en el centro de Mondoñedo

"É un privilexio traballar aquí e estes anos nótase que está remontando"

Mercedes Cabanas Fernández tiene su negocio de alimentación sobre la Praza da Catedral de Mondoñedo, entre las calles Lence Santar y Pardo de Cela, un punto de referencia en la ciudad. "Traballar no casco histórico é un privilexio e ultimamente nótase que está remontando algo porque está moito máis coidado, máis limpo, están arranxando casas e moita xente que ven de visita despois de anos sin estar aquí tamén nos dice que está moito mellor", asegura.

Y es que la localización de su tienda le permite a Mercedes estar en contacto con mucha gente y entre sus clientes se cuentan no solo mindonienses sino también turistas. "Por aquí pasa moita xente e queda sorprendida co encanto da cidade e coa súa riqueza histórica e monumental", indica y subraya que esta Semana Santa, a pesar de las restricciones impuestas por la pandemia, la ciudad está recibiendo mucha gente llegada desde distintos puntos de Galicia. De hecho, este mismo sábado, en su tienda había cola para poder acceder a hacer alguna compra por la afluencia de gente a la ciudad.

Estar en este punto exacto de la ciudad, también hace que su negocio actúe de oficina turística. "Si, moita xente entra a preguntar por lugares que ver, de que siglo é a catedral ou onde se come ben, así que fago un pouco de guía tamén", reconoce.

En su tienda, Mercedes cuenta con una amplia oferta de alimentación, pero reconoce que el pan y la empanada mindonienses, de reconocida fama, son los que más vende entre las personas que se acercan a la ciudad, "e tamén os tomates, cando é tempo deles, e a verdura de tempada como leitugas ou nabizas, que son moi blandiñas". Los quesos son otros de los productos estrella entre sus ventas.

José Luis García de Presno ► Residente en el casco antiguo de Ribadeo

"Los jóvenes no apuestan por el barrio porque queda lejos del casco urbano"

La zona de Cabanela, donde incluso una o dos casas son propiedad del Concello, y también las inmediaciones del paseo marítimo son las más deterioradas del área antigua de la villa ribadense. Las casas que predominan en esa parte del pueblo son antiguas y tienen pocas comodidades, razón por la que con el tiempo han quedado abandonadas. El vecino José Luis García de Presno, Sindo, explica que "son casas con pocos servicios, muchos de cuyos propietarios originales se marcharon o fallecieron, razón por la que sus herederos fueron comprando pisos en los años 1970 y dejando esos inmuebles que cuando no se cuidan se vienen abajo, aunque están restaurando alguna en calles como Méndez San Julián", señala.

Este ribadense indica que "hay pocas a la venta y tampoco hay interés en comprarlas porque son pequeñas y no tienen mucha utilidad. Pienso que el Concello o la Xunta podían hacerse con ellas y arreglarlas para gente con pocos recursos o para alquiler. Ni los propietarios ni la Administración invierten en este momento, aunque el Ayuntamiento obliga a tenerlas acondicionadas".

Sindo comenta que un inversor compró casas antiguas hace unos años en Cabanela para restaurarlas, convirtiéndolas en varias viviendas. El ribadense dice que los jóvenes, muchos sin trabajo, no quieren instalarse en esa zona de la localidad, porque "queda a desmano del casco urbano, aunque ahí se podían hacer unos apartamentos turísticos preciosos, con vista a la ría y resguardados, pero la pena es que no hay inversiones ni quién se arriesgue". Otra desventaja de estas calles frente a las nuevas es la falta de aparcamiento y que el área comercial y de alimentación también está distante.

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