Los libros en cuarentena

Ejemplares en cuarentena, tras la consulta o devolución. D.V.
La fase 2 trae recomendaciones para un uso responsable de bibliotecas como la de Burela. Hay distancias de seguridad, mascarillas y 14 días sin tocar los ejemplares tras cada uso

Resulta chocante que La pequeña lechuza, La alegría de Olaf o El enano saltarín se hayan convertido en libros prohibidos durante la pandemia pero, así están, postrados sobre una mesa de la biblioteca municipal de Burela a la espera de que el tiempo los libre del temido mal. Por si la pandemia se hubiese agazapado entre sus letras y hojas. Son Historias increíbles, como el título de otro libro devuelto por los niños, que se recordarán sobre esta pandemia y que han obligado a esta y otras bibliotecas a extremar sus medidas sanitarias. Por todos lados hay carteles sobre las mismas aunque la auxiliar de biblioteca, Adriana Abad, reconoce que "lo llevamos muy bien, los usuarios son muy respetuosos, usan mascarilla y todo lo que hay en la sala está sin tocar".

Desde que abrieron el pasado miércoles -no pudieron hacerlo el lunes pues estaban instalándoles la mampara-, atienden los préstamos y devoluciones de nueve de la mañana a dos de la tarde. Si alguien necesita consultar un ejemplar en la sala de arriba, se le facilita en la mesa y, a continuación pasa a cuarentena. Catorce días sin tocar. De momento no hay prensa ni revistas y cada puesto de lectura se desinfecta tras cada usuario. "Infantil y narrativa de adultos es lo que más sale estos días, y al ver que se venía todo esto muchos socios se llevaron a casa los cinco libros que se prestan por socio; después desde Santiago se han renovado hasta el 11 de junio".

De vuelta y en cuarentena está ya la trilogía de Elísabet Benavent Alguien como tú, que ha llenado largas semanas de lectura o El jardinero fiel, de Le Carré.

En la sala, tras reducirse un 30% el aforo, apenas permanece alguna lectora, como Ana, que prepara oposiciones y ayer necesitaba una consulta en el ordenador. Han habilitado tres equipos de los diez de que disponen. Ahora es necesario estar alerta, no solo con los virus informáticos, también con los biológicos.