"Isto acabouse, a situación é insostible"

Hosteleros de Viveiro alertan de que se sucederán los impagos, porque "non nos deixan traballar"
Carteles de información sobre el coronavirus en un comercio de Viveiro. X.L.
photo_camera Carteles de información sobre el coronavirus en un comercio de Viveiro. X.L.

El cierre perimetral y las restricciones han caído como un jarro de agua fría en Viveiro, donde la campaña de Navidad estaba siendo bastante aceptable, pero con este nuevo cierre, el cuarto, la suerte ya está echada para unos negocios que no pueden recibir a compradores de fuera del municipio en plena campaña de Reyes, algo que es tremendamente importante en una localidad que además de clientes de A Mariña recibe a muchos de Ortegal.

Para la hostelería, el varapalo es aún mayor, pues la atención solo en terraza limita el número de clientes, sobre todo en unos días de temperaturas gélidas. Bares y restaurantes han visto tan mermada su actividad que algunos han apostado por cerrar y otros trabajarán a medio gas, pero alertan de que se sucederán los impagos a proveedores. "É imposible manter un negocio se non nos deixan traballar e non podemos pedir un crédito detrás doutro. Isto acabouse, a situación é insostible e xa non nos quedan balas na recámara. Estamos cansados e acabados", resume su hartazgo Domingo González, presidente de la asociación Beiras de Viveiro y que suma hasta cinco cierres en sus negocios por un positivo en uno de ellos.

Un lamento al que se unen otros negocios que tenían programadas cenas de despedida del año. "A nosa ía a ser comedida, 25 persoas, clientes que estaban aloxados e que tiveron que anular", cuenta José Pereira, del Resort Thalasso Las Sirenas. Un establecimiento que permanecerá cerrado desde este lunes, a excepción de los apartamentos, y que solo servirá comida para llevar y para recoger antes de las tres de la tarde hasta el domingo, "e que mantemos porque xa tiñamos pedidos de clientes", dice. "A hostalaría está demonizada cando cumplimos todas as normas e vemos que a xente se contaxia en festas privadas pero a culpa levámola nós", recalca.

Sin cenas se han quedado también los clientes del Louzao, con todo listo con los proveedores, y que además de servicio para llevar seguirán dando comidas, "que non aumentaron polo feito de non ter ceas, porque o tempo non vale moito para estar nas terrazas", cuenta Suso Louzao.

"Paciencia e non enfermar" es lo que pide este hostelero, que abrió durante estas fiestas para tratar de paliar las pérdidas causadas por los cierres, pero ahora "imos ter que valorar todo", asegura, para recordar que "de ánimos estamos moi regular porque seguimos na corda floxa".

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