Hallan en Ribadeo corales negros atípicos de estas aguas y que podrían ser una especie nueva

Fueron localizados a tan solo 38 metros cuando lo normal es que vivan a una profundidad de entre 100 y 200 ► Un grupo de biólogos recogió muestras para hacer un estudio genético y abogan por la protección de su hábitat
Los corales negros hallados en los fondos marinos de Ribadeo. CARLOS GIL/ EP
photo_camera Los corales negros hallados en los fondos marinos de Ribadeo. CARLOS GIL/ EP

Un grupo de biólogos ha descubierto la existencia de corales negros en aguas mariñas, cerca de la playa ribadense de As Catedrais. Un hallazgo de importancia pues se trata de una especie atípica de estas aguas que se ha localizado además a una profundidad muy inferior a lo que es habitual en estas colonias, más propias del Mediterráneo si es que se tratara de la Antipathela subpinnata, aunque no se descarta que pueda ser incluso una nueva especie, por lo que están haciendo un estudio genético en colaboración con la Universidad de Vigo. 

Solo cinco bosques de corales negros se han localizado fuera del Mediterráneo, siendo el de las Azores el único estudiado en profundidad, al que ahora podría sumarse el localizado en aguas ribadenses si consiguen la subvención de la Fundación Revive & Restore para poder secuenciar el genoma de estos corales, hallados por el buceador focense de la empresa Maremasma Carlos Gil cuando buscaba puntos de interés para sumergirse en la zona.

GrupoGil es también integrante de la ONG Tantak, para la divulgación y colaboración de los fondos marinos, que colabora con Hydroheart, una web de apoyo a proyectos de conservación mariñana, de la que forma parte el también biólogo mariñano Juan Manuel García Cambeiro.

Ambos, en colaboración con la doctora en Biología Marina Lucía Pedrouzo y la también bióloga Ana de Lara, se encargaron de la toma de muestras para el estudio genético que coordinará desde Vigo la doctora e investigadora Iria Fernández Silva.

"Con ello sabremos si hay diversidad en las colonias o son clones de ellos mismos, lo que nos valdría para comparar con la genética de otras poblaciones ya estudiadas, además de servir para conocer si estos corales y los del Mediterráneo son la misma especie, separada hace tiempo, o se podría estar hablando de una nueva", asevera García Cambeiro.

Muestras recogidasEn caso de que así fuera la conservación sería mucho más importante, aunque también aunque no se diera esta circunstancia, y abogan por un plan de protección de la zona, donde también hay coral dorado (Savalia savaglia), que pasaría por alejar la pesca del entorno más próximo para proteger el hábitat de estos corales, "Hay bastante barcos por la zona y hemos encontrado restos de aparejos e incluso tuvimos que sacar un ancla que quedó en el fondo de la colonia y los corales negros son más delicados que los de arrecife y cualquier sedimento los puede dañar", señala el biólogo burelés, quien cree que ello no iría en contra del sector, pues "los bancos de pesca estarían migrando por lo que en la zona aumentaría la vida", recalca.

Los corales negros suelen vivir a bastante profundidad, la mayoría entre 100 y 200 metros, por ello el hallazgo de los ribadenses -a cuyo punto de inmersión han bautizado como La Catedral, en honor a la playa- es aún más simbólico, pues está situado a solo 38 metros, casi en el límite de la bajada para el buceo recreativo, que está en 40 metros para el nivel avanzado. 

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