"La gente disfruta mucho del arte en cualquier parte del mundo"

Después de vivir año y medio en Grecia, este artista llegó a Burela en agosto y empezó a pintar apostando por el paisaje, lo que acabó convirtiéndose en una muestra sobre la localidad. Ahora recuperará su estilo más conceptual para crear obras "que hagan pensar a las personas"
Oniel Rodríguez, en la muestra que tiene abierta Burela. DV
photo_camera Oniel Rodríguez, en la muestra que tiene abierta Burela. DV

LA OPORTUNIDAD de exponer en la casa de la cultura de Burela (hasta el 4 de abril) le hizo a Oniel Rodríguez López (Cuba, 1986) trabajar en una serie sobre la localidad, que había iniciado al llegar el pasado mes de agosto. La exposición está compuesta por 19 obras, en las que los barcos son los protagonistas principales, aunque no únicos. ‘Burela Bonita’ encierra los lugares más especiales de la localidad y algunos de los cuadros son acuarelas pintadas con café.

¿Cómo es eso de pintar con café?

Se trata simplemente de usar el café como medio y adherirle más o menos agua en función de los colores y las tonalidades que se quieran conseguir. Si quiero una mezcla bien oscura, le echo muy poca agua o ninguna y si la quiero más clara, abundante agua. No es difícil pintar así, pero tampoco sencillo porque el café no es una pintura que puedas pintar encima y si pasas mucho el pincel por encima de lo ya pintado te lo puedes llevar, así que tienes que tener una pincelada precisa y saber lo que quieres hacer porque tampoco puedes dar muchas capas.

En esta muestra está claro que la inspiración es el paisaje de Burela, ¿siempre es el paisaje su fuente de inspiración?

Sí, el paisaje siempre ha sido mi mayor fuente de inspiración, incluso aunque tengo obras surrealistas te puedes dar cuenta que el paisaje está implícito en cada una de ellas.

¿Cómo definiría su obra?

En esta serie es casi todo realismo sobre impresionismo y básicamente paisajismo, aunque mi obra no tiene nada que ver con esto que ahora expongo, es más bien surrealista y conceptual.

¿Cómo nace su interés por el arte?

Desde muy pequeño me gustó pintar y dibujar, como a cualquier niño, y con el tiempo fui dedicando más espacio a desarrollar esta habilidad aunque todavía no sabía que quería ser artista ni pintor, solo lo hacía porque me gustaba. Finalmente decidí que quería ser pintor y me presenté a las pruebas de actitud de la escuela de artes y entré. Y de ahí ya continué toda mi vida dedicado a la pintar.

¿Se puede vivir del arte?

Claro que sí, con dificultad pero sí.

¿Cómo es su proceso creativo?

Tengo dos facetas, una en la que me pongo a pintar y punto, y otra en la que me cuesta más trabajo. Por ejemplo, la acuarela es una técnica con la que logras un resultado en muy poco tiempo y me resulta sencillo enfrentar el lienzo en blanco porque veo un paisaje que quiero que sea mi próxima obra y ya la voy haciendo. Sin embargo, mi obra más conceptual es más difícil porque empiezo a pensar lo que quiero decir con la obra y hago un boceto que quizás en el lienzo te cuesta trabajo plasmar porque no es lo mismo un boceto con lápiz en una hoja pequeña que un lienzo más grande, en el que tienes que lograr que la obra te quede equilibrada. Son dos formas distintas con las que trabajo, la acuarela que te permite empezar un dibujo sin tener que pensar mucho y la obra conceptual que te lleva un poco más de tiempo elaborarla.

¿La inspiración llega en cualquier momento?

A veces no espero a sentirme inspirado para trabajar porque cuando esperas a que te llegue la inspiración, igual no llega y puedes perder el tiempo. Es mejor ponerse a pintar aunque sea algo que no valga la pena porque cuando arrancas con cualquier cosa, con un boceto, una acuarela o empiezas a, simplemente, manchar un cuadro, entonces la inspiración te llega y estás desando terminar eso para empezar con algo nuevo.

¿Cómo da a conocer su obra?

Ahora es mucho más fácil darse a conocer como artista plástico porque podemos publicar en las redes sociales. Hace diez años y en Cuba era mucho más difícil porque primero no teníamos los medios y después eran caros.

Forma parte de varios colectivos y proyectos pictóricos, ¿la creatividad se contagia?

Quizás sí que se contagia. Cuando te mueves en un ambiente donde hay mucha gente creando no quieres quedarte atrás y creo que sí, que se contagia la creatividad.

También tiene obra en instituciones y colecciones privadas de distintos países, ¿es el arte un lenguaje universal?

Muy pocas personas no disfrutan de un buen paisaje y después en mi obra más conceptual me encierro más en Cuba en lo que me tocó vivir y creo que esa obra llama la atención en distintas partes del mundo. No sé si el arte es un lenguaje universal en sí mismo, pero quizás en algunos términos sí lo sea.

Y la acogida del arte, ¿es igual en todo el mundo?

Creo que sí. La gente, en general, disfruta mucho del arte en cualquier parte del mundo. Adquirir una obra ya es diferente, en Cuba por ejemplo es complicado por los precios.

¿Es caro el arte?

Un cuadro mío quizás no, pero los precios dependen. Yo me enamoro de mis obras y si me voy a deshacer de ellas quiero que sea por un precio justo.

Una vez terminado este trabajo sobre Burela, ¿en que se pondrá a trabajar?

Retomaré un poco más la parte más conceptual de mi obra, esa con que busco hacer pensar a las personas sobre determinadas situaciones.

Comentarios