La solución al problema de la niebla en la Autovía del Cantábrico (A-8) a su paso por el alto de O Fiouco está más cerca de lo que se pueda pensar. Según fuentes que conocen a la perfección la tramitación del proceso abierto para buscar una salida a la situación actual en dicha vía de comunicación en el mes de julio está previsto que el Ministerio de Fomento saque a licitación el proyecto que finalmente se elija de entre las alternativas que se presentaron para intentar zanjar esta problemática sobrevenida.
Según dichas fuentes, actualmente se están manejando cuatro proyectos diferentes. Están agrupados en dos líneas de trabajo radicalmente diferentes dentro de las que se presentaron.
Dos de dichos proyectos pasan por la instalación de mecanismos, diferentes en cada caso, que contribuirían a disipar la niebla cuando este fenómeno atmosférico se cierne sobre el alto de O Fiouco dificultando la visibilidad y haciendo imposible la circulación.
Los otros dos son los que plantean soluciones más espectaculares y proponen un aislamiento de la calzada del exterior. Son, en esencia, túneles en los la niebla o no entraría o sería muy sencillo tanto reducir su impacto como anularlo completamente.
La autovía cumplió este viernes su cuarto día consecutivo de cierre por niebla
En este momento los técnicos del Ministerio de Fomento se encuentran sopesando los pros y los contras de los dos proyectos y tratando de aclarar cuál de los dos puede aportar una solución más contundente a un problema que hace que la A-8 acumule una gran cantidad de días cerrada en el famoso tramo que va desde el límite de los municipios de Abadín y Mondoñedo y el de este último y Lourenzá.
La problemática surgida con este tramo de la A-8 se hizo notoria prácticamente al poco tiempo de que fuese inaugurado el tramo. Enseguida se hicieron palpables los enormes problemas para circular con niebla hasta que se produjo un accidente con una mujer fallecida y docenas de vehículos implicados en una colisión por alcance a partir de la cual comenzó a moverse la maquinaria administrativa para tratar de dar con una solución a un problema que ya era evidente que era muy complejo.
Lo primero que se hizo fue adoptar una serie de medidas muy precarias para desviar el tráfico por la antigua carretera Nacional 634. Luego esa misma medida se fue perfeccionando con sistemas cada vez más visuales y efectivos para que los conductores lo tuviesen más cómodo. Se colocaron paneles avisando de la situación y dos radares de tramo que no aportan nada en esta problemática.
