La flota del palangre asegura que está en una situación de "alerta roja"

Los armadores se ven especialmente perjudicados por el encogimiento del mercado y la caída de los precios, pero también por problemas burocráticos entre departamentos del Gobierno
Un palangrero, en el puerto de Burela. JOSÉ Mª ALVEZ
photo_camera Un palangrero, en el puerto de Burela. JOSÉ Mª ALVEZ

La situación de la flota de palangre de superficie se encuentra en estos momentos, según ellos mismos describen, "en alerta roja" tras realizar un primer balance del año 2020, como consecuencia de los principales impactos del covid-19 en el mercado y los precios, pero también con los problemas burocráticos surgidos entre diferentes departamentos de la Administración Central con el marrajo.

Recuerdan que el primer problema surgido con el covid-19 fue "un cierre prácticamente total del comercio internacional y del canal Horeca", motivo por el que se han resentido especialmente sus cuentas de explotación al reducirse drásticamente sus ventas.

Dicen que son varios los problemas que analizaron y que provocaron un gran impacto en sus dos especies principales: la caella y el pez espada. Durante meses un porcentaje aproximado al 50% de sus capturas se mantuvo sin poder vender y por lo tanto, generar ventas, mientras el otro 50% era vendido "a precios irrisorios. Mientras tanto, los frigoríficos llenos de mercancía, generaron a las empresas unos mayores costes de almacenamiento. A esto hay que sumar también una caída importante en los precios medios de estas especies".

Aseguran que según datos de un balance previo del ejercicio, "los precios medios de caella han sufrido un 28,68% de caída respecto al 2019 y un 22,30% respecto al 2018. En el pez espada, la caída respecto al 2019 ha sido de un 11,61% y de un 16,70% respecto al 2018".

Desde noviembre 2019 la tercera especie en importancia, el marrajo dientuso, "está incluido en el anexo II de Cites, lo que ha complicado de forma importante su comercio internacional. Los armadores no entienden cómo surgen estos problemas entre departamentos de un mismo Gobierno, y así, mientras se cumplen las normas pesqueras de ICCAT y del Ministerio de Pesca, existe un bloqueo desde Transición Ecológica al comercio de marrajo del Atlántico Norte desde el mes de julio, que no dispone de certificados que permitan su comercialización".

Armadores. "No se evaluán los esfuerzos por la sostenibilidad"
Los armadores se quejan de que no se han tenido en cuenta sus esfuerzos en la sostenibilidad, como llevar observadores a bordo o participar en medidas técnicas de mitigación. Dicen que "no se ha tenido en cuenta que las decisiones de Cites se tomaron tras una evaluación defectuosa y falta de datos en 2017 en ICCAT, lo que ha perjudicado a la cumplidora flota europea y que deja libertad a otros países competidores, sobre todo asiáticos".

Perspectivas para 2021
Sus perspectivas para 2021 "son todavía peores". La autoridad científica asume la emisión de los certificados de comercio. De momento no se desbloqueó lo capturado en 2020 y aún sin comercializar, pero tampoco se han informado de las directrices a seguir este año.

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