Alba Rodríguez Pérez, directora del Festival Bal y Gay de A Mariña

"El festival aspira a ser un referente de la música clásica en Galicia"

La gran cita cultural del verano mariñano contempla conciertos en Foz, Viveiro, Burela, Mondoñedo, Lourenzá y Barreiros
_MG_3115
photo_camera Alba Rodríguez. J.R.

Nació como un proyecto humilde en la parroquia focense de Nois, pero el selecto cartel de intérpretes hace que el Festival Bal y Gay gane peso cada año y lleve camino de convertirse en "un referente dentro del circuito de música clásica en Galicia", según explica su directora, Alba Rodríguez Pérez.

Finalmente, ¿decidieron celebrar la séptima edición?

Sí. El festival se desarrollará entre los días 12 y 24 de agosto. Queremos insistir en nuestra apuesta de traer música clásica de calidad a la comarca de A Mariña porque la población lo demanda. Los conciertos son espectáculos que se pueden desarrollar con los parabienes de la Administración, de acuerdo con las medidas de seguridad establecidas a causa de la crisis sanitaria del Covid-19. Durarán 60 o 70 minutos y no tendrán pausa, o será muy corta, tal como recomienda el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem). El aforo se fijará en el 75%.

También potenciarán la retransmisión por streaming...

Potenciamos la faceta del abonado virtual con una notable mejora en nuestra página web. Trasmitiremos cuatro de los ocho conciertos previstos a través de una plataforma de streaming y de un canal de Youtube. Las entradas se venderán por vía digital, con código QR, para reducir al mínimo el uso del papel. Impulsamos mucho la digitalización. Para ello contamos con una ayuda de la Diputación de Lugo, que financió parte de la inversión realizada.

¿Tuvieron dificultades añadidas este año para la organización del festival?

El programa está cerrado desde diciembre. Traemos artistas de renombre, con las agendas muy apretadas, a los que tenemos que agradecer su paciencia y comprensión, ya que tuvimos que cambiar algunas fechas al incluir nuevos espacios para los conciertos y no les pudimos confirmar la celebración del festival hasta la llegada de la nueva normalidad. La idea siempre fue mantenerlo, aunque fuera sin público y retransmitido por streaming.

¿Qué novedades se incluirán en esta edición?

Abordaremos todos los formatos, tanto el sinfónico, como el de música de cámara o los recitales individuales de solistas, pero el programa lo daremos a conocer más adelante. Si puedo decir que ampliamos la oferta con un concierto de una big band que tocará jazz de los años 20. También haremos otro concierto en honor a los sanitarios, en el que se interpretará la tercera sinfonía de Beethoven, la Heroica. La celebración del año beethoveniano se vio muy castigada por el coronavirus y queremos rendirle nuestro pequeño homenaje.

Este evento musical pretende ser también una forma de promocionar la comarca.

Esa es nuestra intención y así se refleja en nuestro lema ‘Música á beira do mar’. Además, la elección de destacados monumentos como escenario de los conciertos sirve para promocionar el patrimonio. Son espacios que permiten el disfrute de la música y tienen una autenticidad de la que no gozan los auditorios modernos. Actuar en la basílica de San Martiño, por ejemplo, fue una experiencia muy motivadora para los músicos y eso se transmite al público. Trabajamos en un proyecto que contribuye a dar visibilidad al territorio.

¿En que lugares se celebrarán los conciertos de esta edición?

El festival adquiere una dimensión comarcal. Junto a Foz, como localidad anfitriona, habrá actuaciones en Viveiro, Burela, Barreiros, Lourenzá y Mondoñedo. Nuestro objetivo es hacer el festival de música clásica de referencia en Galicia en esta zona y, a la vista del trabajo hecho en estos siete años, creo que lo estamos consiguiendo. En esta ocasión juega a nuestro favor el hecho de que será una de las pocas citas culturales de prestigio que se mantiene este verano, aunque sea con limitaciones.

¿Qué iniciativas tienen previstas en el ámbito didáctico?

Los artistas darán clases magistrales de violín y piano. Enrique Rodríguez Baixeras, uno de los impulsores del evento, ofrecerá una serie de audiciones a partir del mes de julio, una vez a la semana, para acercar al público la historia de la música clásica desde sus inicios hasta la actualidad. Es importante que la gente conozca el contexto en el que se crearon distintas composiciones. Los intérpretes también le exponen al público su visión de la obra a interpretar antes de iniciar el concierto.

¿Fue difícil asentar este proyecto en una zona donde hay poca tradición de escuchar música clásica?

Traer conciertos a núcleos rurales, pues el festival nació en Nois, o a pequeñas poblaciones, es una apuesta arriesgada. Desde el primer momento nos animó la gran respuesta de la gente, que abarrotaba los lugares elegidos para los conciertos. Existía curiosidad y muchas ganas de disfrutar de este tipo de música. También se rompió el tópico de que hace falta una educación musical especializada para escucharla, cuando lo fundamental para generar afición es ofrecer propuestas de gran calidad. Así fuimos creciendo, al contar con la presencia de grupos y solistas de primer nivel, como el Cuarteto Casals, que actuó el año pasado.

¿Cómo marcha el proyecto de creación de una fundación?

Estamos ultimando el proyecto con el doble objetivo de divulgar el festival Bal y Gay y de reforzar nuestro proyecto socioeducativo. La idea formativa y didáctica estuvo siempre vinculada a nuestro proyecto, y no solo va dirigida a los niños, sino también con audiciones para adultos», dice Alba Rodríguez.

¿Tienen previsto reforzar este aspecto?

Este año habrá cuarto conciertos didácticos. Estamos abiertos a colaborar con actuaciones de este tipo con hospitales, entidades benéficas o colegios.

¿Resulta complejo organizar un festival de este tipo?

Es difícil, pero me desenvuelvo con cierta facilidad, al trabajar en una agencia de Barcelona relacionada con la música clásica, una de las más importantes de España. Eso me permite conocer los circuitos artísticos. También es importante la ayuda del equipo técnico y de Luis Cámara, clarinete solista de la Orquesta de Euskadi, que nos presta asesoramiento artístico.

Usted es clarinetista, pero se dedica más a labores de organización...
Formé parte de varias orquestas profesionales, pero mi curiosidad va más allá e hice el máster de Gestión Cultural con el fin de dedicarme a la organización de conciertos y proyectos musicales.

Comentarios