El pintor Xusto Moreda (Ribadeo, 1935) falleció este sábado en su municipio de nacimiento y que siempre quiso tanto. Xusto Moreda se destacó por desarrollar una intensísima y amplísima actividad pictórica que le hizo explorar distintos estilos. Aunque generalmente cerca del fauvismo, tocó algo de surrealismo e incluso el cubismo que aplicaba, muy especialmente, a los retratos de mujeres.
Moreda, que llegó a decir que era "tan nacionalista y panteísta que, si por mí fuera, haría de Ribadeo un estado independiente", tuvo un largo historial de intersecciones con la literatura y de sus "mujeres absorbentes" habló gente como Darío Xohán Cabana, quien dijo que reflejaban "soños amables, docemente eróticos, como aquela belísima de grande cabeleira e ollos de cores desiguais".
Fueron muchos los escritores que pusieron palabras a sus pinturas, como Manuel Lourenzo, Xesús Pisón, Antón Avilés de Taramancos, Miguel Anxo Fernán-Vello, Xavier Rodríguez Baixeras, Mato Fondo o García-Bodaño entre muchos otros.
Su creación artística se desbordó en los 80 y los 90 con una enorme creatividad en la que sobresalían los retratos de mujeres casi siempre asimétricos, coloridos y llenos de pasión. El contraste de colores fue una constante casi vital.
Tuvo Xusto Moreda una etapa de pintura de paisajes, muchos de ellos de Ribadeo, donde los colores se apagaban y tendía al fauvismo, algo que él reconocía y que le aproximaba a una abstracción en su trabajo siempre fascinante.
Ahora su obra es ya una parte fundamental de la cultura gallega con unos cimientos de colores distópicos e intensos creados con una mirada inicial en Ribadeo que él nunca negó.
Deja un intenso legado pictórico que lo convierte en una figura artística fundamental en la pintura gallega.
