La expedición que examina el galeón de Ribadeo alerta de su deterioro

El equipo que forman buzos de la Armada y el arqueólogo San Claudio intentará localizar la quilla del buque Santiago en un proyecto financiado por la Xunta y una entidad de Texas ►En Viveiro, la mar destapa cinco cuadernas de la Magdalena

Un buceador, junto a restos del galeón Santiago, en la ría de Ribadeo. AMA
photo_camera Un buceador, junto a restos del galeón Santiago, en la ría de Ribadeo. AMA

Un equipo multidisciplinar inició una nueva campaña para evaluar el estado del galeón Santiago de Galicia hundido en la Ría de Ribadeo. Inician su trabajo justo un año después de haber realizado una campaña muy similar, aunque en esta los buceadores tratarán de buscar algo diferente. Concretamente intentarán localizar su quilla trabajando en lo que ellos llaman "la zona de lastre" de la embarcación. Como el año pasado, la expedición está financiada en su mayor parte por la Xunta de Galicia aunque hay una aportación de 5.000 dólares de un organismo especializado en arqueología del estado norteamericano de Texas. A Ribadeo acude también un equipo de la Ubufer de la Armada Española al mando del comandante Ángel Lozano. El arqueólogo subacuático Miguel San Claudio coordina el proyecto.

Las primeras inmersiones se dedican a realizar un análisis comparativo para comprobar cuál es el estado de conservación del pecio justo un año después de haber realizado un estudio más exhaustivo en 2018.

También sirve para ver si durante este tiempo los movimientos de arena dejaron a la vista algún resto que no se pudo apreciar en junio del año pasado, algo que volvió a suceder y que es muy común dada la fuerza de las corrientes en la zona y el trabajo de los mercantes que van y vienen a Mirasol y que maniobran en ese lugar. En este punto no hay disensiones y tras el primer análisis realizado los especialistas lo tienen claro: "Cada año está peor" y notan su deterioro, lo que les hace lanzar una llamada de alerta para que no se pierda definitivamente .

El año pasado ya se evaluaron distintas alternativas para proteger mejor el galeón y la Consellería de Cultura aceptó colocar una malla protectora. Aunque algunas voces pretendían aprovecharlo lo máximo posible, la opinión de los expertos es que como mejor se puede conservar es dejándolo donde está, porque de otro modo no está garantizado que no se deshaga por completo. La mayor parte de lo que se extrajo del galeón se puede ver en el Museo Massó de la localidad de Bueu.

Viveiro. La mar deja a la vista cinco cuadernas de la fragata Magdalena en Covas

La mar sigue horadando la playa de Covas y su acción también afecta al pecio de la fragata María Magdalena, según constató la expedición de la Fedas que durante 15 días inspeccionó los vestigios. El arqueólogo subacuático Antón López, también responsable para la zona norte de la entidad, indicó que "este años hemos conseguido hacer la fotogrametría de una pequeña zona, una estructura, que presentaremos cuando Terra de Viveiro organice un acto". La actuación contó con apoyo de la Armada, los tres clubes locales de buceo y el práctico, además de la asistencia de Protección Civil.

Todo el material queda en el fondo, dado que no se extrae nada sin permiso de la Xunta. "Donde mejor está es en ese medio, porque se ha estabilizado en esas condiciones con el paso de los siglos, si lo extraes modificas la situación y se acelera el deterioro". En este sentido, lo que estaba bajo el fango, ahora queda expuesto a los elementos.

Esto hizo que ya durante la anteriores inspección propusiesen a Patrimonio de la Xunta taparlo para protegerlo. "No sabemos si una malla atrapa arena como la que coloca San Claudio en Ribadeo podría ayudar", señala. La otra alternativa planteada pasa por documentarla "para que aunque se pierda el material no se pierda el documento". Son posibilidades abiertas que dependen de la decisión autonómica, a falta de un segundo informe y de otra reunión para presentar las posibles soluciones.

La Expedición Cántabra de la que formaba parte la Magdalena quería conquistar Santoña, pero las galernas se lo impidieron. Antón López explica que el hallazgo de la campana, con la inscripción, y el león de los Borbones de esta fragata, confirmó la presencia de la nave en la ría de Viveiro. Sin embargo, precisa que no siempre es fácil concretar de qué barco se trata. "Si no hay una pieza así —con inscripción—, podemos aproximar la época estudiando el material bélico, que sufre una evolución, o analizar la arquitectura de la embarcación".

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